Para la compra y puesta en marcha de la vieja Ciccone Calcográfica se montó una compleja ingeniería que incluye empresas, firmas fantasmas y extrañas cooperativas financieras. Para que el juez Ariel Lijo pueda seguir la ruta del dinero, tal como de lo ordenó la Sala I de la Cámara Federal, deberá desarmar una maquinaria llena de misterios.
Con ayuda de distintas fuentes con acceso al expediente y algunos actores mencionados en la causa que tiene en jaque al vicepresidente Amado Boudou, PERFIL reconstruyó el entramado financiero que se realizó para armar la firma The Old Fund (TOF), la misma que se quedó con el 70% de las acciones de la principal empresa del país con capacidad para imprimir billetes y que luego convertiría en Compañía de Valores Sudamericana SA.
Al margen de las especulaciones, los indicios que hay en el expediente apuntan al misterioso Alejandro Vandenbroele como la mente que desarrollo la ingeniería financiera para apoderarse de la ex Ciccone. No se trata de un simple monotributista, sino de un abogado que trabajó en un prestigioso estudio jurídico en New York que se dedicaba al armado de complejas estructuras financieras para operaciones millonarias.
Como mascarón de proa para levantar la quiebra de Ciccone, Vandenbroele no puso más de 20 mil pesos. Su mayor gasto fue la compra de TOF, adquirida el 1 de septiembre de 2009 “casi al costo de las inscripciones legales” a sus dueños Eduardo Razzetti y Carlos Dorado. La sociedad no tenía capital, bienes, ni había tenido actividad comercial. Para hacerlo recurrió a su amigo Sergio Gustavo Martínez, para que figurara como socio minoritario con el 5%.
Pero Vandenbroele ya habría tenido un socio capitalista oculto, y para mantener su cobertura compró TOF a través de una estructura societaria extranjera. Esa firma fue Tierras International Investiment CV, constituida bajo las leyes del Reino de los Países Bajos.
Ni Vandenbroele llegó todavía a explicar, en las dos presentaciones que realizó en el expediente, como fue que el primer negocio de TOF fue el de la reestructuración de deuda de Formosa con el Estado nacional. El negocio significó un ingreso de 7.667.161 pesos, de lo que se gastaron 2.265.120 pesos en contratación de terceros. Es decir que a TOF le quedaron unos 5.400.000 pesos: justo lo que se necesitaba para el rescate de Ciccone Calcográfica.
La representación de Tierras International Investiment en la Argentina pasó por varias manos. Hasta octubre de 2008 sus apoderados eran Gonzalo Pascual, Hernán Cruchaga y Victoria Ctibor. En mayo de 2009 quedó en manos de Cruchaga y en junio de ese mismo año fue representada por Carlos Raúl Schneider. Finalmente, en septiembre de 2009 quedó bajo el control de Vandenbroele. Pero detrás de la firma holandesa estaba el nombre del socio capitalista, el ex banquero Raúl Moneta.
En 2010 la sociedad anónima uruguaya Dusbel adquiere el 5% que Martínez tenía en TOF. Dusbel, que fue comprada por Vandenbroele al estudio uruguayo BGL Asesores, tenía el objetivo de inyectar más dinero para levantar el pedido de quiebra. Dusbel ingresó con una transferencia bancaria de $2.435.370, destinándose $ 27.000 a cubrir el aumento de capital, y se quedó con el 50% de las acciones de TOF y el restante 50 % quedó en posesión de Tierras International Investiment. Una tercera empresa entró a la órbita de TOF: European Advisory Panel LLC, una sociedad inscripta en Delaware, Estados Unidos, en enero de 2010. Según declaró Vandenbroele, esa firma sería de Guillermo Reinwick, uno de los yernos de Ciccone.
Posteriormente, según consta en los libros contables de TOF que tiene Lijo, European Advisory Panel LLC se quedó con el 50% de las acciones que tenía Tierra en TOF.
Otra empresa que aportó fondos para salvar a Ciccone fue la empresa London Supply SA. Entregó 1.800.000 pesos. En el expediente judicial hay un informe rubricado por el vicepresidente de London Supply, Víctor Bonnet, quien dijo que “a través del director de nuestra sociedad, Miguel Castellano, fue que llegó al seno de London Supply una propuesta de negocio”, por la cual debía “debía depositar en los autos judiciales de referencia, en nombre de The Old Fund, la suma de 1.800.000 pesos”.
Posteriormente, London Supply se fue del negocio y el 13 de octubre de 2010, TOF le devolvió el monto mediante cheque librado contra su cuenta corriente en el Banco Macro. Para devolverlos, TOF tuvo que vender US$ 455 mil, según consta en los registros bancarios.
¿Cuál fue el origen de los fondos de la uruguaya Dusbel? En 2010 la firma Mayer Business Corp le “prestó” a Dusbel US$ 620 mil con el objetivo de dotar de fondos a TOF. El contrato fue suscripto por el presidente de la sociedad Mayer Business Corp., Raúl Moneta y Vandenbroele. La transferencia se hizo a través de Southern Securities LLC, sociedad con cuenta abierta en P.T. Bex Bursatil Sociedad de Bolsa S.A. de Uruguay. Finalmente, Dusbel transfirió ese dinero a TOF en la sociedad de bolsa Facimex Bursátil Sociedad de Bolsa SA de Argentina.