POLITICA
Caso Yomagate

Cinco años de prisión para Mario Caserta

El ex funcionario menemista ya estuvo preso más de tres años por lavado de dinero. La Justicia confirmó que su papel fue central. Ibrahim al Ibrahim sigue prófugo.

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Ex el funcionario menemista est en libertad porque ya purg su condena tras las rejas. | Cedoc.

La Cámara Federal porteña dejó firme la condena a cinco años de cárcel impuesta al ex funcionario Mario Caserta en la causa penal por el "Yomagate", que ventiló el lavado de narcodólares en lo que constituyó uno de los mayores escándalos que afrontó el gobierno de Carlos Menem (1989-99).

Según informaron hoy fuentes judiciales la sala I de la Cámara homologó la sentencia que condenó al ex titular del Consejo Federal de Agua Potable y Saneamiento, quien días atrás fue absuelto en un juicio oral por estafa en el que también fue acusada su hija Yanina.

Asimismo señalaron que Caserta ya estuvo detenido tres años y cuatro meses por el caso, por lo que en virtud de la ley del "dos por uno" no deberá purgar la pena de la sentencia definitiva.

Caserta había sido condenado por el juez federal Jorge Luis Ballestero el 10 de setiembre de 2003 y el magistrado actuó como tribunal unipersonal debido a que el expediente por el "Yomagate" se inició en los '90, cuando aún no estaba vigente el actual sistema de enjuiciamiento oral y público.

El ex funcionario del gobierno menemista "hizo las veces de anfitrión de los cabecillas de la banda en esta República, allanándoles el camino para su radicación aquí", según puntualizaron los camaristas Eduardo Freiler y Gabriel Cavallo.

Además, cooperó para "el establecimiento y la organización de la agrupación que habría de comenzar a blanquear el dinero obtenido del narcotráfico", en el primer escándalo que sacudió al menemismo, hecho público en 1991.

En esa causa resultó sobreseída la ex cuñada y ex asesora presidencial Amira Yoma, quien había sido sorprendida en el aeropuerto internacional de Ezeiza ingresando valijas por vía diplomática cargadas de dinero.

Pero el que sí fue acusado y todavía está prófugo de la Justicia fue su entonces esposo Ibrahim Al Ibrahim, nombrado jefe de la Aduana durante el gobierno del ex presidente riojano encargado de habilitar el ingreso de las valijas con dinero de baja denominación producto de la venta de droga en el extranjero.

"Se probó categóricamente el plan delictivo pergeñado por los líderes del grupo, Mario Anello y Ramón Puente: radicarse en la Argentina con la finalidad de realizar cuanta actividad fuese posible en aras de blanquear el dinero obtenido del comercio de estupefacientes llevado a cabo en otras latitudes", resumieron los jueces en declaraciones a la agencia oficial Télam.

Ese dinero era ingresado al país "de manera solapada, tareas para las cuales, y gracias a las gestiones del viejo amigo Mario Caserta, reclutaron personas que se fueron sumando a la asociación criminal con la cual se valdrían para la consecución de aquel fin".

En tanto, el prófugo Ibrahim, quien casi no hablaba castellano, realizó viajes correo "en los cuales se ingresaba al país de manera oculta el dinero proveniente del narcotráfico".

Según se informó, con esas sumas se concretaron sociedades tanto en la Argentina como en Uruguay  "adquiriendo numerosos inmuebles de gran valor, automóviles -algunos de ellos de colección, también de alto precio y distintos bienes muebles".

También se abrieron cuentas bancarias y cajas de seguridad "que registraron fuertes movimientos" y Caserta "no fue uno más de los componentes del grupo criminal aquí pesquisado".

Para la Cámara, "a partir del lazo de amistad que lo unía a Mario Anello desde tiempo atrás, sumado a las ventajas que le otorgaba la posición política que ocupaba al momento del arribo de los líderes de la agrupación a la Argentina, Caserta ocupó dentro del esquema analizado un papel central, protagónico".

Anello, líder de la banda, tenía como apellido real Méndez, pero lo cambió en Chaco en 1984, gracias a la gestión de Caserta, que lo hizo acceder a esa falsa identidad, recordó el fallo.

El ex funcionario menemista tuvo "directa participación en la inclusión de la pieza clave del engranaje ideado en aras de ingresar solapadamente el dinero mal habido, Ibrahim Al Ibrahim".

Las "maniobras delictivas" de Ibrahim fueron "vitales para los planes de lavado de dinero a efectivizar en estas tierras". Y Caserta fue una "pieza central" a la hora de abrir la puerta a los "contactos del jefe Anello con altos mandos del quehacer político argentino de aquel entonces", concluyó la Cámara.
El tribunal de apelaciones dejó en pie así la condena por organizador de la asociación ilícita en Argentina y por partícipe necesario de cinco hechos de introducción de dinero "proveniente de actividades de narcotráfico.