Cincuenta países firmarán en París el "nunca más jurídico" que impulsaron la Argentina y Francia

París - Representantes de cincuenta países firmarán mañana la Convención internacional para la protección de todas las personas contra la desaparición forzada, que fue impulsada por la Argentina y Francia.

"Mañana es un día donde la Argentina y Francia, como países impulsores de este convenio sobre desaparición forzada de personas, culminan con una lucha de más de 25 años", destacó la senadora Cristina Fernández de Kirchner en una entrevista a Télam que acompaña a la primera dama en la gira parisina. .

"El de mañana es un protagonismo no deseado por la Argentina, en el sentido de que no quiso ser escenario de las atroces violaciones a los derechos humanos que se produjeron en su territorio, y que impulsaron a Marta Vásquez, por ejemplo, a venir aquí en 1981 a plantear esta necesidad de que haya un instrumento que sancione las desapariciones forzadas", apuntó Fernández de Kirchner.

En la ceremonia de mañana en la sede diplomática francesa (Quai dOrsay) Argentina estará representada por la senadora Fernández de Kirchner, el canciller Jorge Taiana e integrantes de organizaciones de Derechos Humanos.

La representación de Fernández de Kirchner fue cuestionada por la oposición porque no obtuvo el aval del Congreso, por lo que es denunciado como un intento por instalar a la esposa del Presidente en la agenda internacional, de cara a su candidatura presidencial.

La ceremonia se realizará a las 15 con la presencia del presidente francés Jacques Chirac, más de 50 ministros y representantes de países de cinco continentes y numerosas ONG de todo el mundo.

Previamente, a las 12.30 (8.30 de Argentina) el canciller francés Douste-Blazy recibirá a Fernández de Kirchner, quienes posteriormente almorzarán junto a los representantes de los otros países presentes.

La Convención debió haberse firmado en una de las dos sedes de la ONU (Nueva York o Ginebra), pero Francia utilizó su peso político y pudo imponer a Paris como sede para la firma de uno de los logros más importantes en Derechos Humanos de los últimos tiempos.

Por su parte, Luis Eduardo Duhalde, secretario de Derechos Humanos de la Nación, reconoció que "Estados Unidos, Rusia y China no ven con buenos ojos esta Convención" pero aclaró que "no hubo presiones para frenar este proyecto, sólo descontento".

Por su parte, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela Carlotto no ocultó su emoción por lo que consideró un "logro para toda la humanidad".

La apertura de la ceremonia estará a cargo del Canciller francés Philippe Douste-Blazy, quien luego le cederá la palabra a Cristina Fernández de Kirchner.

Los otros oradores del acto serán la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Marta Vásquez; el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Louise Arbour; y el presidente de la Cruz Roja Internacional (CICR) y embajador de Francia ante la ONU, Jacob Kellenberger.

"Me siento en una situación muy especial, pensar que tantos años he luchado aquí dentro del país, para convencer a muchas personas sobre esta convención. Yo digo que va a servir para prevenir", sostuvo Vásquez.

En 1973, Marta era madre de cinco varones, pero la represión ilegal le arrancó a su hija y fue entonces cuando empezó una ardua lucha que lleva más de 30 años y es reconocida a nivel mundial.

"La lucha comenzó en enero de 1981 con la reunión de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Costa Rica. Allí se decidió que tres abogados trabajaran en la elaboración de un proyecto combinado para discutir en el tercer Congreso en Lima", detalló la dirigente.

Otras personalidades presentes serán la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y el procurador de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo.

El 20 de diciembre del 2006 la Asamblea general de Naciones Unidas adoptó la Convención por consenso y de esa forma coronó 25 años de lucha por parte de los familiares de desaparecidos argentinos que con su reclamo desde el exterior, contaron con un sólido apoyo de Francia y la ONU.

El texto de la Convención colma un vacío jurídico: de ahora en más las desapariciones forzadas por parte de un Estado en tiempos de paz o guerra serán un delito imprescriptible.

La Convención es un nuevo instrumento jurídicamente vinculante que permitirá satisfacer las exigencias de prevención. Este fuerte compromiso de la comunidad internacional entrará en vigor una vez que 20 países lo hayan ratificado.