POLITICA
Un misterio de ms de doce aos

Cómo fue el día que se planeó el atentado contra la AMIA

Las pruebas aportadas por los fiscales que investigan la causa reconstruyen cómo fue el plan que armaron los terroristas iraníes para atacar la mutual judía en 1994.

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El atentado que destruyó la AMIA comenzó a planificarse el 14 de agosto de 1993, en la ciudad iraní de Mashad, durante una reunión especial para la que llegaron –desde Argentina– dos personajes que serían centrales en la ejecución del plan criminal: el sheik Mohsen Rabbani y el tercer secretario de la Embajada de Irán en Buenos Aires, Ahamd Reza Asghari.

Por aquel entonces, Rabbani era jeque en la mezquita At Tauhid, en el barrio porteño de Floresta, aunque pocos meses después –exactamente cuatro antes de la voladura de la mutual judía– fue nombrado agregado cultural de la Embajada iraní. El cargo le garantizó la inmunidad diplomática que necesitaba, según recordaron en el dictamen de hoy los fiscales federales Alberto Nisman y Marcelo Martínez Burgos.

En esa reunión –según reconstruyeron los investigadores con cierto grado de certeza–, se analizaron informes de inteligencia que durante años habían sido confeccionados en Buenos Aires.

Aparentemente, Rabbani y Asghari “tenían roles de relevancia en la estructura de inteligencia que para esta época había en Buenos Aires, sin la cual no habría sido posible la concreción con éxito de una operación como la AMIA”, consignaron los fiscales. Incluso, Rabbani recorrió agencias de automóviles en busca de una camioneta y coordinó los correos diplomáticos –que se incrementaron por ese entonces– mientras que desde Irán todo fue coordinado por Ali Fallahijan, otro ex funcionario con pedido de captura.

El grupo operativo local estuvo a cargo del prófugo Imad Moughnieh, a quien la Corte Suprema de Justicia argentina también adjudicó la coordinación del ataque a la Embajada de Israel en 1992.

Una serie de nuevos cruces telefónicos incorporados a la causa permitieron determinar que una parte o todo el grupo operativo extranjero llegó al aeropuerto internacional de Ezeiza el 1º de julio de 1994 y dejó la ciudad de Buenos Aires desde el aeroparque metropolitano el 18 de julio de ese año, poco antes de la voladura de la mutual judía.

Este tipo de apreciaciones se determinó en base a llamadas detectadas desde Ezeiza durante el 1º de julio hacia un teléfono celular ubicado en la Triple Frontera, desde donde a su vez se comunicaba a un número que, según la SIDE, pertenecería a la agrupación de Hezbollá en el Líbano.

En el marco de estas comunicaciones, el 15 de julio habrían llamado a ese celular desde el móvil de Moshen Rabbani, poco después de depositarse una camioneta Trafic en un estacionamiento cercano a la AMIA. Ese número ubicado en Foz de Iguazú recibió llamadas antes del atentado desde locutorios y el último llamado entrante desde Buenos Aires se registró a las 7:41 del 18 de julio de 1994, desde un teléfono público de Aeroparque.

Por ese motivo, los fiscales concluyeron que “surge con nitidez que la tarea de esa parte del grupo ejecutor había concluido satisfactoriamente”.