A casi un mes del inicio de la cuarentena, el oficialismo parlamentario con Cristina Kirchner a la cabeza decidió acelerar los tiempos para poner en funcionamiento el Congreso. El Impuesto a la Riqueza se convirtió en la motivación para lograr que funcionen ambas cámaras, más allá de las reuniones virtuales que vienen organizando las distintas comisiones con los ministros del Gabinete nacional para dar detalles sobre la estrategia en medio de la pandemia de coronavirus.
El "proyecto de Máximo", como se denomina de manera informal en el Congreso a la iniciativa para gravar las grandes fortunas, ya está en la fase final de su desarrollo. Se lo conoce así porque el hijo de la vicepresidenta se puso al frente de las negociaciones dentro y fuera del Parlamento para que pueda tratarse lo antes posible.
Como se trata de una iniciativa ligada a temas tributarios, debe ingresar por la Cámara de Diputados, por lo que el foco en esta primera etapa está puesto allí. Junto a Máximo Kirchner se encuentra en la primera línea de negociación Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Ambos fueron los que le presentaron los detalles del tema al ministro Martín Guzmán y a Alberto Fernández, que ya dio la luz verde para avanzar con la iniciativa.
Un impuesto para atender la emergencia
En un segundo nivel son dos los economistas que también están trabajando en la cuestión a nivel parlamentario. Por un lado se encuentra el neuquino Darío Martínez, que es diputado nacional desde 2016 (entró por un reemplazo) y que entre sus primeros proyectos presentó modificaciones al Impuesto a las Ganancias y a Bienes Personales, con lo que ya tiene aceitado el sistema tributario actual y las modificaciones que harían falta en este contexto de crisis.
Por el otro lado aparece la bonaerense Fernanda Vallejos, también economista, que semanas antes de la asunción de Alberto Fernández ya había anticipado que una de las prioridades serían mayores imposiciones a los sectores de mayores ingresos para lograr caudal redistributivo. Con perfil mediático, Vallejos fue una de las encargadas de dar algunas precisiones sobre los alcances del proyecto y explicó que alcanzará a unas "15 mil personas", con una recaudación estimada en 800 millones de dólares.
Impuesto a fortunas: Heller insistió en tranquilizar a "clase media, ahorristas y Pymes"
En el Senado, todavía no está claro quién tomará la posta de las negociaciones, ya que todavía se deben definir otro tema además de la letra chica del texto y que es la modalidad de las sesiones. Allí es donde apareció la ex presidenta para buscarle una vuelta a las restricciones reglamentarias que impiden sesionar de manera online.
Según señalan desde su entorno, todavía no hay certezas sobre cuándo podría conocerse una respuesta de la Corte Suprema acerca de si es constitucional una votación no presencial. La estrategia de Cristina está directamente coordinada con su par de Diputados, Sergio Massa, que ya instauró la firma digital en la Cámara Baja y remarcó en declaraciones a la prensa que "necesitamos que la Corte Suprema dé una declaración de certeza".
Una vez que se conozca el texto y se defina la modalidad de sesiones, el próximo paso será el tratamiento en comisiones, con la correspondiente firma de dictamen y la votación definitiva. ¿Será virtual?
CP