El jueves no fue un día de buenas noticias en la Casa Rosada. Antes que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y el de Energía, Juan José Aranguren, dieran una conferencia de prensa sobre el fallo de la Corte Suprema por las tarifas, comenzaron a circular en el Gobierno rumores que advertían que el titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, estaría apuntado por una denuncia de corrupción.
La confirmación llegó cuando la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se comunicó con Mauricio Macri y le dijo que tenían que hablar. El Presidente la citó a su despacho. Casi terminaba el día. Cuando llegó la ministra, quedaron los dos solos. Ella le explicó que había llegado al Ministerio un sobre con audios, que aludían a coimas. En ellos se escuchaba la voz de uno de los asesores de Gómez Centurión pidiendo dinero.
Sorprendido, el Presidente dio la orden de avanzar con la denuncia judicial y separar preventivamente al funcionario. “Te instruyo a que hagas la denuncia”, le dijo Macri a Bullrich, a lo que añadió que si la información era falsa, se iba a saber, pero si llegaba a ser verdadera, podía a verse como encubrimiento.
Macri dijo durante la conversación que creía que se trataba de una operación. Pero mantuvo su postura. “Yo no tengo ninguna duda de que Goméz Centurión es inocente. Por eso se lo apartó de forma provisoria hasta que avance la investigación”, le dijo a PERFIL el jefe de asesores de la Presidencia, José Torello.