POLITICA
Adelanto del Diario Perfil

Cómo sigue, por Jorge Fontevecchia

El modelo económico comienza a mostrar rasgos de obsolescencia. El fundador de Perfil adelanta su análisis de la edición impresa.

default
default | Cedoc

¿Quién ganó? ¿Quién tiene razón? ¿El campo o el Gobierno? Decenas de veces me hicieron estas preguntas en los últimos días. "Perdieron todos" y "todos tienen razón" fueron mis respuestas. Un gobierno que promovió el uso de la fuerza terminó cocinado en su propio caldo: 'las batallas no deben ser largas porque el enemigo copia las estratagemas', decía Clausewitz en De la guerra.  Los ruralistas haciendo piquetes se sumaron a la ilegalidad. Nadie se salvó, ni nadie salió ileso de estos  20 días de locos en tres semanas con feriados uno tras otro.


Pero la cuestión de fondo no son las retenciones, ni el campo, ni el estilo autoritario K, sino el modelo económico que está comenzando su etapa de obsolescencia. Hoy los dirigentes del campo se quejan porque con su contribución sostienen a la industria. Si todo sigue así, a principio de 2009 serán los industriales quienes saldrán con cacerolas.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite


El modelo. El peso subvaluado fue la piedra fundamental del modelo productivista: sustitución de importaciones y más exportaciones lo que significa más trabajo y menos desempleo. La acumulación de varios años con inflación cercana al 20% y un dólar fijo a $ 3,15 hundirá la piedra fundamental del modelo en un pantano por revaluación del peso. Con una inflación cercana al 20% no se puede devaluar el peso sin retroalimentar una inflación ya peligrosa. Gran dilema. Distinto pero similar al de fines de los '90.


Hasta ahora la propia devaluación del dólar sobre el euro, y la mayoría de las monedas del mundo, incluyendo el remimbi chino y las de nuestros vecinos, contribuyó a que el peso continuara devaluándose sin el agregado del efecto psicológico que tendría sobre nuestros precio internos. Y contribuyó a que los productores del campo pudieran ir absorbiendo el aumento de sus costos en pesos por inflación con un de dólar desde 2006  en $ 3,15 (menos de $ 2 para los chacareros por efecto de las retenciones) porque parte del aumento de las comodities en dólares no fue verdadero aumento: en euros, por ejemplo, aumentaron mucho menos.


Pero economistas de todo el mundo sostienen que es probable que antes de fin de año el dólar vuelva a revalorizarse y el euro comience su regreso a valores más equilibrados. Por primera vez desde el año 2000 Europa tendrá este año saldo negativo en su balanza comercial: con un euro a 1,6 por dólar no pueden competir. Paralelamente Estados Unidos con su fuerte devaluación estaría comenzando a salir de la crisis y será Europa quien en 2008 pasaría a tener los déficit gemelos: fiscal y de cuenta corriente.

¿Qué pasaría con la competitividad  argentina si con un dólar y veinte centavos se comprase un euro, y en lugar de costar un dólar sólo 1,70 reales en Brasil pasase a costar, por ejemplo, 2,20 reales? Los productos brasileños se podrían vender en la Argentina un 30% más baratos y las exportaciones argentinas pasarían a costar un 30% más en algunos mercados (si no de devaluara el peso, con su efecto en más inflación y caída de salarios reales).


El análisis completo, mañana en Diario Perfil Sábado.