El Gobierno inició el proceso formal para lograr la designación de Daniel Rafecas como Procurador General de la Nación, que tendrá como eje central la negociación con la oposición en el Senado. Con la publicación de la candidatura en el Boletín Oficial que se concretó el último jueves, arrancó el cronograma que permitiría que el tema sea llevado al recinto durante los primeros días de marzo, si es que el oficialismo reúne el número necesario para su aprobación. El cargo se encuentra vacante desde la renuncia de Alejandra Gils Carbó en diciembre de 2017 y no pudo ser cubierto por el rechazo del kirchnerismo a la postulación de Inés Weinberg de Roca, cuyo pliego ni llegó a ser tratado.
La designación del Procurador –con el mismo procedimiento utilizado para la selección de los ministros de la Corte Suprema– requiere de dos tercios de los votos de los presentes, una cifra que el Frente de Todos no puede alcanzar sin acuerdo opositor. El bloque que comanda José Mayans tiene 41 integrantes que se podría engrosar con aliados como la neuquina Carmen Crexell, pero le resulta casi imposible llegar a los 48 votos necesarios sin el visto bueno de Juntos por el Cambio. Es aquí donde se abre una grieta que el principal sector de la oposición deberá resolver en las próximas semanas.
Según supo PERFIL, los senadores del PRO son los que muestran mayor voluntad para habilitar la designación de Rafecas. Aquí es donde resulta relevante el antecedente de 2018, cuando el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura Juan Bautista Mahiques logró que se desestimara un pedido de juicio político que había realizado un sector del radicalismo encabezado por Angel Rozas, vinculado con un presunto mal desempeño en la investigación por la causa AMIA.
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El denunciante chaqueño no renovó su banca en la Cámara Alta, pero el radicalismo es por ahora el espacio que mayor resistencia mostraría al nombramiento de Rafecas, a quien todavía miran de reojo por haber sido el que procesó a los funcionarios de la Alianza, con Fernando de la Rúa al frente, por los sobornos en el Senado.
En medio del hermetismo de la UCR, se informó que el tema recién será tratado por Alfredo Cornejo, titular del Comité Nacional, junto a los integrantes de los bloques legislativos a partir de la semana del 20 de enero, una vez que haya transcurrido el plazo para las impugnaciones. Con 14 senadores, la UCR no puede por sí sola frenar la designación y una postura diferenciada del PRO significaría la primera fisura como bloque opositor que seguramente querrán evitar.
