Como todo funcionario que deja un cargo, hace algunas semanas el vicepresidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, había comenzado a sentir nostalgia porque el 26 de septiembre debía abandonar su oficina del segundo piso de Reconquista 266 y regresar al Congreso de la Nación, donde se desempeñó durante varios años de su ascendente carrera como ascensor de varios diputados radicales. A partir de hoy, tras la remoción de Redrado a través de un DNU, esa fecha límite no se modificara, pero llegará a ella después de pasar por la Presidente del BCRA, algo inesperado hasta ayer.
Nacido el 20 de septiembre de 1962 en Mendoza, Pesce tiene 47 años, es licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires, donde después de su egreso se desempeño como profesor en las cátedras de Análisis de Datos Económicos y en el Seminario sobre Economía de Gobierno, y cultor del perfil bajo, algo de lo que dan cuenta más de veinte años en la función pública, en los que siempre se mantuvo ajeno a los flashes, la televisión y los medios en general.
El último cobista en el gobierno. De extracción radical, comenzó en la política asesorando al diputado radical Rubén Rabanal, luego prestó funciones con Raúl el Gordo Baglini, y años más tarde comenzó a militar en el Grupo Centenario de Jesus Rodríguez, que se presentaba como un radicalismo de centro izquierda, autodenominado "alfonsinismo crítico". Con el tiempo tomó protagonismo en la ciudad a punto tal de convertirse en el principal pilar del desembarco del actual vicepresidente de la Nación, el también mendocino Julio Cobos, en territorio porteño.
En su rol de armador del cobismo porteño, trabó una buena relación con Alberto Fernández y fue el encargado de sellar el apoyo de varios sectores del radicalismo del interior del país a la fórmula Cristina-Cobos para las elecciones de 2007. Entre sus numerosos cargos públicos, Pesce fue ministro de Economía de la Intervención en Santiago del Estero, representante del Ministerio de Economía en el Banco Central, presidente del Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Empresas, secretario de Hacienda y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires.
Un lector bilingüe. Durante la década del 90´ también fue asesor del radicalismo en la legislatura de Tierra del Fuego, provincia a la que viajaba por lo menos una vez por mes para trabajar; oportunidad en la que siempre buscaba el tiempo para comer un buen cordero patagónico, asado al palo. Calificado por sus amigos como "un gran tipo y mejor profesional", en sus ratos libres Pesce disfruta de la lectura y cada vez que puede lee libros en inglés para practicar el idioma.
Casado y padre de dos hijas, el a partir de hoy vicepresidente a cargo de la presidencia del Banco Central, tuvo sus diferencias con Redrado, a punto tal de que llegó a votar en su contra en las reuniones de directorio de la entidad, algo poco frecuente. Su postura en torno al pago de deuda con reservas es clara y la ha explicitado: " Es una decisión que se ha tomado con una norma que tiene rango de ley, debe ser cumplida y no se la puede entorpecer con cuestiones administrativas con aperturas de cuentas y demás historias", dijo amparándose en la Constitución Nacional.
Por esas cosas del destino, el Fondo del Bicentenario depende del último cobista dentro del Gobierno, quien en el momento de mayor tensión de su vida política decidió no ser "no positivo" con el Gobierno de los Kirchner.
