La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó el acto oficial en el 30 aniversario del retorno a la democracia. Junto al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; la titular de abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; y el ministro de Justicia, Julio Alak, la mandataria le entregó el premio Azucena Villaflor al cantante Joan Manuel Serrat.
"Me gustaría dedicar este premio a todos los argentinos", dijo el artista, ante la atenta mirada de todos los funcionarios kirchneristas. "A los que pelearon y a los que nunca dejaron de pelear, a las Madres, a las Abuelas", siguió.
Con este, es el tercer acto político de la mandataria, tras el alta médica recibida. Ante la expectativa de su discurso, Cristina explicó por qué no eligió hablar por cadena nacional. "He decidido expresamente no hacer una cadena nacional. ¿Para qué? Para permitir que democráticamente, algún canal corte la pantalla y entonces yo esté hablando de la democracia de un lado y, de algún otro lado, pongan alguna escena donde los violentos, los antidemocráticos, los que no respetan los valores que tanto se luchó por esta Argentina, quieren sin lugar a dudas hacernos olvidar", lanzó. "Quieren que los argentinos no nos importen los valores de la democracia", acusó la Presidenta.
"Yo no soy ingenua, no creo en las casualidades. No creo en los hechos que se producen por contagio, como escuché en algunas argumentaciones", esgrimió. "Por contagio son las paperas y la varicela", comparó. "(Los saqueos) No son por contagio, son por precisión quirúrgica", aseveró. "Tal vez, inclusive, muchos de ellos son instrumentados para servir a fines que realmente terminan volviéndose en contra", proclamó Cristina.
En distintos pasajes, Cristina explicó por qué el acto no se había cancelado, tal como pidieron distintos opositores. "Me acordé de otro 10 de diciembre. Hace tres años. Parque Indoamericano, también hacíamos un festival en la Plaza de Mayo que terminamos suspendiendo por hechos desencadenados por una patrulla o dos con la muerte de tres ciudadanos", rememoró la mandataria.
"Hoy, no es el día de un partido, es el día de la democracia", insistió la jefa de Estado. "Por eso estamos todos reunidos aquí. Para conmemorar la democracia y para condenar a los violentos", reiteró.
"Yo no nací en el Palacio Anchorena, soy hija de trabajadores. Nunca me sobró nada y nunca se me ocurrió ir a saquear", vociferó.
Protestas. Asimismo, la Presidenta se refirió a las protestas que las Policías provinciales llevan a cabo en varias provincias, en reclamo de aumentos salariales. "Hay que llevar la democracia a las Policías provinciales. Es necesario", ordenó. "Hay que condenar la extorsión de quienes portan armas", exclamó la mandataria.
"No significa no reconocer derechos, significa condenar la extorsión a una sociedad por parte de aquellos que portan armas para defenderla y no para atacarla", aclaró.
"Y mucho menos aún lo que hemos visto y cuentan los gobernadores, liberar zonas, para que vaya gente a cometer delitos. ¿Quiénes son los que están en contacto los unos con los otros para hacer este tipo de cosas?", increpó.