Cristina Kirchner encabezó este mediodía un acto en el Calafate, Santa Cruz, para conmemorar el 137° aniversario del bautismo del Lago Argentino, donde anunció obras de infraestructura y dedicó más de la mitad de su discurso a defender la política energética implementada en el país desde 2003, a pesar de los reiterados cortes de luz que hubo durante el verano en la Ciudad de Buenos Aires y su conurbano.
La mandataria remarcó que hubo un aumento del “50 por ciento” en la inversión de ese sector.
Durante su discurso, también señaló que “a los que se están equivocando, los vamos a llamar”, para después anunciar que en el Boletín Oficial del próximo lunes se publicará “la resolución número 31 del Ministerio de Economía, que aprueba el reglamento para la zona franca en Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz".
Un dato no menor, fue que durante la actividad presidencial, Cristina se mostró junto al gobernador provincial Daniel Peralta, quien estuvo distanciado hasta hace poco de la Casa Rosada luego de haber sido acusado de mandar a “espiarla” en sus viajes.
El encuentro con Peralta se dio luego de que el gobernador asegurara el año pasado que "no compartiría el escenario con quien me acusa de espionaje". Así, en aquel momento hizo referencia al supuesto seguimiento que la policía provincial ejercía sobre la Presidenta cuando llegaba a Santa Cruz, una denuncia de funcionarios nacionales. Sin embargo, este mediodía la Presidenta izó la bandera nacional junto a Peralta.
Así dieron inicio al acto del que también participaron el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, la ministra Alicia Kirchner y el intendente de El Calafate, Héctor Belloni.
Estadía y festejos. La mandataria aprovechó el viaje a “su lugar en el mundo” en donde pasará un período de descanso y además celebrará mañana el cumpleaños de su hijo Máximo, y el suyo el próximo miércoles. Cristina volverá a la Capital Federal recién el jueves próximo para retomar sus actividades.
