Cristina Fernández de Kirchner sabe que el 1° de marzo será la legisladora de la oposición más buscada. Sin embargo, el día en que el presidente Mauricio Macri inaugurará el año parlamentario, la ex mandataria pretende evitar las cámaras y que el protagonismo lo tenga solo el gobierno nacional.
En los años en que gobernó y debió inaugurar un período de sesiones ordinarias, el kirchnerismo veía con desagrado que los senadores y diputados de la oposición se pasearan por el Congreso buscando distintos micrófonos para criticar el discurso presidencial. En este sentido, en el primer año de Máximo Kirchner como diputado opositor, el hijo de CFK se ausentó de la Asamblea y prefirió acompañar a su tía, Alicia Kirchner, en su discurso como gobernadora de Santa Cruz. El año pasado, si bien estuvo en su despacho del Congreso, decidió no bajar al recinto y así evitar cualquier comentario.
Por ello, en el entorno de la ex mandataria terminarán de definir en estas horas si asistirá al tercer discurso de Macri o si estará ausente. En caso de hacerse presente, desde el kirchnerismo prometen que ese día, Cristina no hablará sobre los ejes de gestión que planteará el Presidente. En cambio, el bloque Frente para la Victoria –PJ integrado por ocho senadores– daría a conocer su opinión a través de su titular, Marcelo Fuentes.
Agenda. Desde que asumió el 10 de diciembre, Cristina Kirchner estuvo dos veces en el Senado (para su jura y la sesión en la que se debatió el Presupuesto 2018), en donde tendrá un despacho en el tercer piso que ya ocupó cuando fue senadora. Si bien usará esta oficina para hacer reuniones los días que debe asistir a las comisiones que integrará y a las sesiones, el Instituto Patria seguirá siendo su búnker.
Desde la oficina porteña planifica su agenda parlamentaria. Integrará las comisiones de Presupuesto, Relaciones Exteriores y Asuntos Constitucionales. Esta última será presidida por el bloque que comanda su ahora adversario Miguel Angel Pichetto, y es en donde se debe resolver el pedido de desafuero de la ex mandataria en la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA.
Después de unas semanas en El Calafate en donde repitió el ritual de salir de su casa para saludar a los simpatizantes que veraneaban y se acercaban a verla, Cristina también se pondrá a trabajar en 2019. Bajo su ala, varios dirigentes kirchneristas preparan un encuentro en San Luis (tierras que se volvieron amigables para los K) para el tercer fin de semana de marzo.
“Encuentro de la militancia peronista” se llama el cónclave en el que prometen que “hay 2019” y con el que pretenden inaugurar una serie de encuentros que los ponga en carrera para las elecciones presidenciales del año próximo.
