La presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió esta noche a los industriales que
"un tipo de cambio demasiado alto es inconsistente con una política contra la
inflación", por lo que los convocó a analizar
"seriamente" el tema con los trabajadores. La jefa de Estado formuló declaraciones
en la sede de la
Unión Industrial Argentina (UIA), donde puntualizó la importancia de
"articular los diferentes intereses" que existen en la sociedad, en referencia a
los reclamos salariales de los gremios y los pedidos empresarios por un
"tipo de cambio competitivo".
Asimismo, precisó que se van a
"acomodar los subsidios a las empresas de servicios públicos", aunque defendió la
política aplicada desde 2003 en la materia, ya que, sostuvo, concilió
"la rentabilidad de las empresas con las necesidades de los sectores más
vulnerables".
En el discurso de cierre de la celebración postergada del Día de la Industria (que se realiza
habitualmente el 2 de setiembre), la presidenta realizó una serie de
anuncios referidos a la reimplementación de la denominada
"garrafa social", una ley de fomento a la industria de autopartes de motocicletas
y la modificación a la ley de Riesgos de Trabajo, largamente reclamada por la UIA.
En referencia a la crisis financiera mundial, la presidenta aseguró que
"va a exigir un replanteo de la lógica capitalista", ya que
"el dinero no genera dinero" si está desacoplado de la producción. En ese sentido,
reiteró su crítica a los
"pronosticadores, evaluadores o gurúes que ahora protagonizan la peor debacle desde la
crisis de 1929".
La jefa de Estado adelantó que el ministro de Planificación,
Julio de Vido, mañana dará a conocer los detalles de un acuerdo para que la
"garrafa social" pueda estar al alcance de 3.500.000 usuarios
"a un precio accesible", que no especificó. En otro orden, indicó que se girará al
Congreso un proyecto de ley de fomento al
autopartismo de motocicletas, ya que señaló que si bien el sector aumentó
notoriamente sus ventas en los últimos años, en su mayor parte se trató de unidades importadas.
En uno de los pasajes
más aplaudidos por los industriales, la primera mandataria reconoció que el
régimen de ART es
"central en cuestión de competitividad" y que en ese sentido había
"intimado" al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para avanzar en su modificación.
"Lo he intimado al ministro de Trabajo para que podamos arribar a un final feliz, con un
proyecto de ley consensuado", señaló al respecto, para finalizar reclamando que
"la Justicia de nuestro país deje de alentar la industria del juicio". Y allí sí
llegó la hora dle brindis.