La presidenta Cristina Kirchner se dirigirá hoy a la Asamblea Legislativa para inaugurar el período de sesiones ordinarias en el Congreso.
El discurso de la mandataria está previsto para el mediodía. Si bien hay mucho hermetismo sobre las palabras que podría pronunciar la jefa de Estado, se especula con que hará una defensa cerrada de la economía, algún anuncio vinculado a la intervención del Gobierno en la comercialización de los granos, y un anticipo de lo que será el tratamiento de la reforma al Código Penal.
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Repasará, como otros años, los “logros” de la gestión, la fuerte inversión en educación, el programa Progresar (para jóvenes que ni trabajan ni estudian), entre otros beneficios dirigidos a la inclusión social.
Según fuentes de la organización, la sesión será un acto estrictamente institucional. Los palcos estarán, como nunca, desprovistos de militancia de La Cámpora, para evitar gestos que puedan ofuscar a la oposición.
Ayer, el senador radical Gerardo Morales advirtió que ante el primer cántico o volante agresivo se levantarían de la sesión y se irían.
Para evitarlo, la mandataria habría dado estrictas instrucciones de que la militancia siguiera el acto desde afuera. Intendentes y organizaciones sociales convocaron en los últimos días a una multitudinaria marcha a la Plaza de los dos Congresos para escuchar desde allí el discurso.
Entre otros, los que llevarán tropa propia son el jefe comunal de La Matanza, Fernando Espinoza; y el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri. CFK tendrá su contacto con la militancia después de la asamblea.
Será cuando le toque inaugurar sobre las escalinatas del Parlamento las réplicas de estatuas de Lola Mora, junto al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, que aspira a sucederla en 2015. Hay un escenario montado allí por si la Presidenta quiere hablarle al público.
El objetivo es que sea una verdadera muestra de que el oficialismo no perdió su presencia en la calle.
