Después de su encendida disertación en el Comité de Descolonización para que Gran Bretaña acepte discutir la soberanía sobre las Islas Malvinas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner orientó su agenda hacia el comienzo de la Cumbre de Líderes del G20. Esta tarde, la jefa de Estado arribó a la ciudad de Los Cobos, para participar mañana y el martes de la VII Cumbre del bloque que reúne a las principales economías avanzadas y emergentes del mundo.
En el encuentro, CFK tendrá que enfrentarse a una incómoda situación y a eventuales reclamos multisectoriales: además de volver a cruzarse con el primer ministro inglés, David Cameron, varios sectores de distintos países piden su expulsión de la Cumbre. El proyecto presentado por el senador estadounidense Rober Lugar pide que echen al país por "su mala conducta".
La primera actividad de Fernández de Kirchner en tierras mexicanas será una cena que esta noche ofrece su par y anfitrión del evento, Felipe Calderón, en el lujoso hotel resort Fiesta Americana Grand Los Cabos Golf & Spa. Ubicado sobre el paradisíaco mar Cortéz, el establecimiento alojará a varios mandatarios, entre ellos, a la argentina, por una nada austera tarifa: 1.900 dólares por noche.
La jefa de Estado llegó al hotel junto a los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía, Héctor Timerman y Hernán Lorenzino, respectivamente, además del vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro. Lo hizo a bordo de una camioneta Chevrolet blanca, que puso a su disposición el gobierno mexicano, según informó la agencia DyN.
"Hola chicos", saludó a la prensa argentina la mandataria antes de retirarse rápidamente en un carro de golf, bajo un sol inclemente con un paragüas de uno de sus colaboradores.