La presidenta Cristina Fernández se encuentra en Casa de Gobierno, aunque por el momento no tiene agenda oficial programada, según se desprende de la página oficial de Presidencia. La jefa del Estado arribó al edificio a las 17.30 y se dirigió de inmediato a su despacho.
Vestida con calzas negras, una camisola larga blanca, zapatos combinados blanco y negro y anteojos oscuros, la jefa del Estado ingresó a la sede del Ejecutivo muy apurada y se dirigió a su despacho. La última vez que la mandataria estuvo en el edificio fue el lunes pasado, mientras que el martes atendió en la Residencia de Olivos y las dos últimas jornadas las pasó en gran parte en el Sanatorio Otamendi, donde su madre fue sometida a una operación.
Contrariamente a lo que era habitual, en las últimas semanas no se difundieron imágenes de las audiencias presidenciales, pero continuaron las restricciones para que la prensa conozca a los visitantes de su despacho. Sin embargo, se supo que durante su permanencia en la Rosada, Cristina Fernández recibió al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y a la ministra de Industria, Débora Giorgi.
Estuvieron también con la mandataria el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el titular de la ANSES, Diego Bossio, entre otros funcionarios. Por otra parte, no hay ninguna novedad sobre las próximas actividades de la jefa del Estado ni sobre el momento en que hará su reaparición en público.
Se esperaba que la Presidenta hiciera uso de la palabra el 6 de enero último, cuando tenía previsto el regreso de sus vacaciones, pero no lo hizo. Entonces circularon versiones de que el miércoles siguiente (8 de enero) habría un acto oficial, aunque tampoco ocurrió. A 37 días de su último discurso público, Cristina no hizo uso de la palabra y, tras estar de chequeos médicos en revisaciones clínicas por su operación, Fernández de Kirchner volvió a acudir a los hospitales por la salud de su madre, Ofelia Wilhem, quien fue sometida ayer a una histerectomía programada.
Ante las urgencias, Cristina juntó en el sanatorio Otamendi sus dos agendas: la de hija de una madre internada y la de presidenta de los argentinos al recibir al ministro de Economía, Axel Kicillof, en el centro médico.