El 2005 fue el año en que el gobierno de Néstor Kirchner decidió romper relaciones oficiales con la Iglesia. Casi tres años después, la nueva jefa de Estado, Cristina Fernández, anunció que mañana a las 18 recibirá al cardenal Jorge Bergoglio en Casa Rosada.
Pese a que era sabido que el encuentro entre Cristina Fernández y la cúpula del Episcopado iba a realizarse pronto, la confirmación del mitin llegó en un momento ideal para el Gobierno, que atraviesa su primera tormenta política por el valijagate (ver aparte).
Según confirmaron fuentes eclesiásticas, al encuentro asistirán los cinco integrantes de las Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, encabezados por el Cardenal Jorge Bergoglio, quien volverá a visitar Casa de Gobierno, tras su distanciamiento con el ex presidente Kirchner.
Un retraso, una justificación Fuentes eclesiástica señalaron la semana pasada que, tarde o temprano, “sin duda se pedirá (una audiencia con la presidenta), porque corresponde”, al tiempo que se recordó que la cúpula episcopal –presidente, dos vicepresidentes y secretario general- suele efectuar el “saludo protocolar” a las autoridades luego de la asunción.
Asimismo, en su momento la fuente eclesiástica señaló que la institución religiosa recién iba a llevar adelante el pedido de audiencia con Cristina Fernández, cuando finalice la supuesta presión mediática sobre el tema.