Después de la trágica muerte de Néstor Kirchner, la Presidenta debió hacerse cargo de muchas decisiones que solía tomar su marido. Pero algo que sigue sin delegar es el control de su guardarropa: hace 15 días que Cristina viste de riguroso luto, a pesar de que no la obliga ninguna clase de reglamento o protocolo.
Desde el 27 de octubre, la mandataria lució sin excepción distintos tailleurs, con medias, faldas a la rodilla y sacos entallados, todos de color negro. Hoy, en su llegada a la cumbre del G20 en Corea del Sur, vistió primero un traje con pantalón y tapado de cuero con piel, y luego una entallada pollera con saco de manga tres cuartos.
No hay en el protocolo oficial -ni en ninguna otra ley- una norma que indique cuánto debe durar el luto en caso de la muerte de un ex presidente, más allá de los tres días de duelo, según publicó el diario Perfil.
La mandataria, sencillamente, adoptó el luto por costumbre o tradición, acaso heredada de la muerte de María Eva Duarte de Perón, Evita, en 1952: en ese entonces, varios funcionarios y el mismo Perón extendieron el luto y las prendas de negro por uno y hasta dos años. Sólo el tiempo dirá cuánto durará el de Cristina.