La presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó hoy el acuerdo con la petrolera española Repsol por la expropiación de sus acciones en YPF y valoró al respecto las negociaciones lideradas por el ministro de Economía, Axel Kicillof y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.
En ese sentido, señaló que el jefe del Palacio de Hacienda "peleó como un león" y mientras trataba de ubicarlo entre los presentes en la Asamblea Legislativa lo calificó como "chiquitito, pero rendidor".
"¿Cómo va a decir el ministro que no se va a pagar nada si yo presenté una Ley de Expropiación?", se preguntó la jefa de Estado al rebatir las críticas a expresiones que Kicillof había realizado en abril de 2011 y remarcó al respecto que "no hay expropiación, si no hay indemnización".
Sobre ese aspecto, aclaró que Kicillof "dijo que no íbamos a pagar lo que ellos (por Repsol) pretendían, lo cual es rigurosamente cierto", en referencia a que los 5.000 millones de dólares "en bonos" que se pagarán son inferiores a los pedidos de la compañía española, 15 mil millones en un inicio y 10 mil millones en su demanda ante el CIADI.
En la inauguración del 132º año legislativo, la Presidenta subrayó que la decisión de expropiar las acciones de Repsol se tomó "en 2012, cuando tuvimos déficit energético".
Asimismo, señaló que tras la reestatización de la empresa "en 2013 la producción de petróleo creció 3,4 y la de gas 2,2 por ciento".
"Tenemos que advertir que no podrá haber autonomía, ni independencia ni soberanía si no tenemos energía para solventar nuestras industrias", remarcó.
Sin hacer mención al envío al Congreso del proyecto de ley especial que dispone los términos de la expropiación, la Presidenta repasó el proceso de privatización de YPF, iniciado en 1992.
"Esto tiene una larga historia, que comienza con una deuda que la Nación tenía con las provincias petroleras por regalías mal liquidadas", recordó, para agregar que el entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner conservó las acciones "clase B" que le entregaron a las provincias prdoctoras, porque "quería llegar al 5 por ciento (del paquete accionario total de YPF) que le autorizaba a tener un director" y, en consecuencia, participar de las decisiones de la empresa.
En ese sentido, indicó que "para las provincias petroleras, la privatización, no la desnacionalización, había sido un buen negocio", ya que "teníamos asergurado el ingreso de las regalías y las utilidades de la empresa".
