Los posibles originales de los cuadernos de las coimas llegaron este jueves 24 de octubre al despacho del juez del caso, Claudio Bonadio, de manos del fiscal Carlos Stornelli. Allí quedaron a resguardo judicial para ser peritados y terminar de corroborar que se trataría de las anotaciones de puño y letra del ex chofer, Oscar Centeno.
Hasta ahora, coinciden los seis cuadernos, que el martes fueron entregados de forma anónima al periodista de La Nación, Diego Cabot, con las copias que desde abril de 2018 constaban en la justicia y que permitieron el avance de la mayor investigación judicial en materia de corrupción de la historia local. Un material que fue entregado por Cabot tras haber escaneado el original y cuyo contenido fue validado por Bonadio primero, así como por la Cámara Federal que confirmó los procesamientos de los imputados.
Desde sectores del kirchnerismo y desde los defensores del caso se anunciaron lluvias de nulidades ante la falta de originales. Algo que, dijeron entonces, se plantearía en la etapa de juicio oral. Todo a pesar de la validación y pruebas en el expediente que habían acreditado la validez de los cuadernos. Por eso, aunque importante, la presentación de los cuadernos presumiblemente originales, no es determinante para la causa
5 claves para entender el caso:
El inicio: La causa de los cuadernos comenzó en abril de 2018, con fotocopias de los ocho cuadernos que luego reconoció haber escrito Oscar Centeno. Los originales habían sido devueltos a la fuente que se los había dado primero y reclamado después al periodista Diego Cabot.
El chequeo: La información que allí aparecía fue corroborada por la justicia en el más absoluto hermetismo. Fue entre abril y agosto del año pasado, cuando finalmente se concretaron las detenciones y se produjo la explosión mediática del caso. Entre ellas, la del propio Centeno, el primer arrepentido del caso.
Ex de Centeno: “Siempre creí que no había quemado los cuadernos”
“La quema”: En su declaración indagatoria, en la que puede mentir, Centeno aseguró que había quemado los cuadernos, cuando le fueron devueltos. “Una tarde de mayo de este año (2018) aproximadamente vino mi amigo Miguel Córdoba con su esposa Juana, de quien no recuerdo su apellido, a tomar unos mates. Yo ahí, aprovechando un momento que estaba sólo con Córdoba, le relaté los cuadernos que tenía, donde yo anotaba cosas muy comprometidas y lo que me había hecho Bacigalupo. Y le comenté que los iba a quemar, a lo que él me señaló que sería conveniente”, sostuvo. Y completó: ”Ahí me levanté, busqué la caja con los cuadernos, me fui al fondo donde está el quincho y en la parrilla los rompí uno por uno, los amontoné y los quemé. Me quedé atizando el fuego hasta que se terminaron de quemar y Miguel Córdoba me miraba desde la puerta de la cocina que está cerca".
Los arrepentidos: Luego de Centeno llegó el segundo arrepentido del caso -y el primero de los empresarios- Juan Carlos de Goycoechea, ex CEO de Isolux Corsán. Fue el puntapié inicial de una lista en la que se sumarían otros 29 arrepentidos. Sus testimonios, centrales para la causa, fueron corroborados por Bonadio a lo largo de un año, como lo indica la ley del arrepentido. Esa validación se completó el 5 de septiembre pasado e incluyó desde cruces de llamados telefónicos hasta extractos bancarios que avalaron las declaraciones de los imputados colaboradores. El círculo de prueba comenzaba a cerrarse. Dos semanas después, el 20 de septiembre, llegó la elevación a juicio oral y público del primer tramo.
A juicio: El Tribunal Oral Federal 7 fue el asignado por sorteo al caso. Entonces, como al comienzo del caso, los defensores de los más de cien involucrados insistían en la “lluvia” de nulidades que vendría. En especial, sostenían como desde aquel 1 de agosto de 2018, con la falta de originales de las copias que constaban en el caso. En paralelo, en la justicia insistían en que todo ya estaba validado.
CD/MC