Robo de boletas, prohibir el ingreso de fiscales, irregularidades en el escrutinio, amenazas con armas. El temor a lo que pueda llegar a surgir de las entrañas electorales del conurbano bonaerense, y en especial de la primera y la tercera secciones electorales, obligó al PRO a realizar un mapa de riesgo con las escuelas más difíciles de fiscalizar.
Si bien en el macrismo hablan de un 15% de escuelas complicadas en todo el país, en el ranking de las “peores 13” aparecen establecimientos ubicados en los municipios de La Matanza, Merlo, Moreno y José C.Paz, entre otros.
Según un detallado informe al que accedió PERFIL, el ranking se elaboró en base a la posibilidad de robo de boletas (en todas ellas) y problemas para que ingresen los fiscales (en Merlo y en Quilmes).
El documento del equipo de fiscales que monitorean el jefe de campaña, Marcos Peña, y el secretario de Medios, Miguel de Godoy, incluye un análisis de las últimas tres elecciones nacionales (2009, 2011 y 2013) tomando en cuenta:
-Resultados excesivamente altos para un partido.
-Presencia de actas no consideradas por errores o inconsistencias al momento de ser completadas.
-Si el establecimiento tuvo mesas en las que la primera o segunda fuerza del departamento sacó menos de un 10% de los votos.
-Si el porcentaje del partido ganador del departamento es demasiado alto en comparación a los otros departamentos.
-Presencia de votos no positivos (alto porcentaje de nulos, recurridos, impugnados, blancos).
-Escuelas que concentran hasta el 50% del electorado del departamento.
Por caso, en Merlo, Florencio Varela y La Matanza se dan tres factores juntos: acumulación de boletas en el cuarto oscuro (19 candidatos en el primero y 18 en cada uno de los restantes), grandes colas de votantes y problemas con los fiscales.
En Almirante Brown, donde el PRO contará con Carlos Regazzoni como candidato a intendente, se armó un mapa de riesgo con hincapié en la frontera con La Matanza. Allí, en el Barrio San Javier se dan las mayores complicaciones.
En Quilmes Oeste se encuentran las escuelas más problemáticas. Allí el chef Martiniano Molina reclutó radicales y peronistas.
En Rafael Castillo y en Barrio Macarena, en La Matanza, donde juega sus cartas el peronista Miguel Saredi, están las mesas más difíciles. En Lanús, Néstor Grindetti deberá concentrarse en Monte Chingolo.
Con el mapa en su cabeza, Mauricio Macri armó un spot pidiendo fiscales. Y, junto a María Eugenia Vidal, los fueron a buscar a la provincia en distintas recorridas.
Rápidas y furiosas
Atentos a posibles irregularidades, en el macrismo armaron un esquema de alertas tempranas. El sistema es sencillo: cuando se denuncien problemas, rápidamente se enviarán cámaras de TV, medios de comunicación, acompañados de dirigentes mediáticos que puedan ir al lugar del hecho y denunciar.
En ese sentido, en el macrismo adelantaron que dos de las personas elegidas son las diputadas más aguerridas del Congreso: Patricia Bullrich (primera candidata por Capital Federal) y Laura Alonso, quienes tuvieron un alto perfil por su labor parlamentaria y más aún luego del caso Nisman.
“Lo peor que le podés hacer a un intendente es mostrar, en vivo y en directo, que está haciendo fraude, son muy vivos hasta que los escrachás”, explica a este medio uno de los dirigentes que trabaja en la fiscalización. Y agrega que la estrategia se completa con el trabajo del equipo de comunicación que se encargará de alertar a los medios de comunicación sobre el presunto fraude en cuestión.