La crisis por el submarino ARA San Juan puso en jaque a Marcelo Eduardo Hipólito Srur, titular de la Armada y quien tiene a su cargo el operativo de búsqueda. De-sinteligencias, intercambio fallido de información y una investigación abierta en la Justicia sobre el desempeño de la fuerza naval en el tema lo pusieron en el centro de la tormenta.
En estos días en el Gobierno dan como un hecho su alejamiento, pero recién tras la aparición del buque y no en pleno operativo.
“Srur quiere irse cuanto antes. Pero ahora le toca poner la cara. No lo pueden dejar ir en este momento”, confían en la Casa Rosada. ¿Presentó su dimisión en estos días? “No podría haber presentado su renuncia porque sería un papelón naval, no creemos que se vaya a inmolar así ante los ojos del mundo”, responden las fuentes oficiales.
De hecho, ayer acompañó al ministro de Defensa, Oscar Aguad, a la Base Naval de Mar del Plata para hablar con los familiares de los 44 tripulantes del submarino. Allí estuvieron, entre llanto y reclamos, durante más de una hora.
Dos cuestiones animan que Srur permanezca en su cargo en los próximos días. En primer lugar, que está al frente de la coordinación de la búsqueda, en la que participaron 28 buques (16 de la Armada Argentina), nueve aeronaves (tres de la Armada Argentina) y 4 mil hombres (3.200 de la Armada Argentina), sumando un total de 18 países de apoyo.
En segundo lugar, por la negativa repercusión internacional que tendría su salida en el medio de la búsqueda y la crisis. El macrismo suele estar muy atento a la repercusión en el exterior de todo lo que ocurre en el Gobierno.
“Se va a ir cuando termine todo esto, al menos por una cuestión de delicadeza”, confían muy cerca del presidente Macri. Incluso, ya se venía evaluando, desde mitad de año, un recambio en la cúpula de las Fuerzas Armadas. Srur fue vicealmirante hasta que, con la asunción de Cambiemos al poder, fue designado al frente de la fuerza naval en enero del año pasado. En ese entonces, el anterior ministro de Defensa, Julio Martínez, decidió cambiar a todos los jefes de las Fuerzas Armadas como parte de un recambio generalizado.
Por su parte, en el Ministerio de Defensa le bajaron el tono al recambio en la Armada y aseguraron a PERFIL que “fuera de este tema se analizará” la salida de Srur.
Acaso como una lógica de poder que acompaña a Macri desde sus años como jefe de Gobierno porteño, nunca echa a un funcionario de jerarquía en medio de una crisis. Aguad sigue esa idea a rajatabla.
Se aceleran las reformas en las fuerzas
En la cumbre del organigrama militar está el Estado Mayor Conjunto, que hoy conduce Bari del Valle. Pero esta cabeza ha sido menos importante que la conducción de cada una de las fuerzas. De hecho, César Milani siempre fue el hombre fuerte de las Fuerzas y el más influyente a pesar de ser tan sólo el conductor del Ejército. Las reformas que vienen, podrían terminar con esta tradición si se confirma a Bari como el hombre más importante y el responsable de implementar los inevitables cambios que vendrán cuando se concluya la búsqueda del ARA San Juan y se pueda dar un cierre político a la cuestión. Entre los cambios que estaban en estudio previo a la crisis y que podrían acelerarse tras los cortocircuitos entre el Gobierno y la Armada, está la integración entre Prefectura Naval y esta fuerza, además de la eliminación de la rama aérea de combate de la fuerza naval. Todas esas modificaciones, terminarían con largas y arraigadas tradiciones. El tipo de cambio que raramente puede implementarse si no acontece una crisis que abra una ventana de oportunidad política.