Los viajes de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner generan tanta expectativa por su agenda oficial como por las sorpresas que puedan surgir en el esquema de actividades. Esta vez, su asistencia a la Cumbre del G20, realizada en la ciudad rusa de San Petersburgo, trajo consigo una recorrida histórica en la que la propia mandataria describió como “una ciudad maravillosa”.
Sorprendida por la arquitectura de la metrópolis, la jefa de Estado -definida por ella misma como una “fanática de la Historia”- recorrió iglesias y lugares históricos de la región, y no perdió la oportunidad de relatar sus paseos y dar alguna revelación sobre el pasado de uno de sus ministros, el canciller Héctor Timerman.
“Es muy linda.. Yo no conocía, es muy bonito”, sonrió la Presidenta, segundos antes de comenzar su relato turístico. “Ayer fui a la tumba de los zares, muerta como venía”, relató. “Estuve en la iglesia donde está la tumba de todos los zares y la familia Romanov”, contó.
“Estuvimos en la tumba de Pedro el Grande”, prosiguió la jefa de Estado, visiblemente contenta por el paseo o por la “novedad” que contaría minutos después.
“Pedro el Grande admiraba mucho Ámsterdam, Holanda”, aseguró Cristina. “Trajo mucha gente, muchos carpinteros de Holanda. ¿Saben quién vino?”, interpeló. “Los antepasados de Timerman”, respondió ella misma.
Según sostuvo la mandataria argentina, “los antepasados de Timerman habían huido con la Inquisición de España y se fueron a Alemania”. “Timerman, en holandés, es carpintero”, afirmó. “Es algo muy común de los judíos, que tomaban el nombre de la profesión que desarrollaban o del lugar del que provenían”.
“Sus antepasadísimos trajeron aquí a un antecesor suyo que era carpintero”, exclamó. “Contribuyeron a la creación de San Petersburgo, que tiene una mezcla parisina, holandesa, italiana...”, describió, atrapada por la estética rusa.
“¿Vieron los puentes del Río Neva? Son muy parecidos a los del Río Sena”, comparó, aunque no se detuvo allí.
“Fuimos a las cárceles donde estuvo preso (el político y revolucionario León) Trotski, (el escritor y político) Máximo Gorki, (el escritor Fiódor) Dostoievski y despues estuvieron todos los nobles durante la revolucion del '17”, enumeró.
No obstante, le quedaron algunas actividades pendientes, además de la fallida reunión con su par estadounidense, Barack Obama. “No pudimos entrar a la Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada, adonde mataron a (el zar) Alejandro II”, contó. “Estaba cerrada”, lamentó.