Daniel y Jorge Capitanich compartieron la infancia en la región chaqueña La Montenegrina. Hijos de un productor agropecuario, el menor siguió a cargo de 350 hectáreas mientras su hermano avanzaba en la carrera política que el mes pasado volvió a ubicarlo en la Jefatura de Gabinete. En 2011, Daniel se consagró intendente de Campo Largo, una localidad distante 210 kilómetros de Resistencia. Entrevistado por PERFIL, asegura que su hermano “tiene condiciones para ser presidente de la Nación”, pero aclara rápidamente que “la capacidad de gestión” no garantiza el “liderazgo político”.
¿Ve a su hermano como futuro presidente?
Tiene condiciones, porque conoce el ambiente, conoce las formas de conducir el país. Pero eso no se hace de un día para el otro. No se hace desde el cargo en el que está ahora, se hace en base a una campaña electoral que tiene que llevar un proceso. Falta mucho todavía. Yo lo digo en virtud del cargo que ocupó como jefe de Gabinete, pues ya tuvo esa experiencia de gestión anteriormente. Pero como siempre lo aclaro, la capacidad de gestión no significa tener todo el liderazgo político.
Muchos analistas observan a su hermano como el presidente en funciones. ¿Usted lo ve del mismo modo?
No creo que sea así. Es la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la que marca el rumbo, y necesita gente que lo ejecute. Jorge Capitanich es parte del proyecto que encabeza indudablemente la Presidenta, y tanto mi hermano en la Jefatura de Gabinete como yo en la intendencia somos soldados de esta causa tan noble que ya lleva diez años de crecimiento del país.
Los cambios que se vieron, como las conferencias de prensa y la audiencias con dirigentes opositores, ¿fueron consecuencia del resultado electoral?
Creo que eso es algo cotidiano en Jorge. Es la impronta que le ha impuesto siempre a su actividad política. Indudablemente marca una diferencia respecto de gestiones anteriores en la Jefatura de Gabinete, pero eso no significa que haya sido un cambio de paradigma por el resultado electoral. La Presidenta ha confiado en él para encaminar las cosas que uno cree que no están bien, pero la única jefa del proyecto es la compañera Cristina Fernández de Kirchner.
Algunos dirigentes de la oposición, como Elisa Carrió, afirmaron que, con la designación, la Presidenta lo eligió como un posible sucesor.
No lo veo de esa manera. Las candidaturas se hablan en el momento de las candidaturas. Ahora es el momento de gestión, de trabajo, y en eso está encaminado Jorge. Acompañando a la Presidenta que está recuperando su salud.
Carrió también definió a su hermano como el “corrupto más dulce”.
Son esas salidas raras que tiene Carrió para denigrar a la gente y buscar, de esa manera, su lugar en el arco opositor. Si fuese seria, las denuncias las haría en otro lugar. Estas formas de denunciar que tiene Lilita son solamente chicanas políticas que no le sirven ni al ciudadano común ni a la política.
En un famoso documento, su hermano hizo una autocrítica de la gestión en la Gobernación, donde sostuvo que la corrupción y la ineficacia administrativa le costaban a la provincia 500 millones de pesos anuales.
Siempre puede haber vicios de corrupción dentro del esquema político. Pero no siempre corrupción significa robo. Puede ser corrupción en el aspecto de una mala administración de los recursos del Estado. Esto no implica que se deba interpretar como un robo de las arcas del Estado. Jorge seguramente se refirió a la mala distribución de los recursos, y eso también puede enmarcarse como corrupción.
¿Le comentó su hermano cómo vio a la Presidenta?
Sí. La notó con una fuerza impresionante. Se está recuperando muy bien.
En alguna charla de tono familiar, ¿le confesó su hermano el deseo de ir por la Presidencia en 2015?
No creo que exista ningún gobernador, ninguna persona que esté dentro de la política, que no tenga ese deseo. Pero esos deseos tienen márgenes que los va marcando el tiempo. Vuelvo a reiterarlo: Jorge tiene capacidad de gestión de los problemas nacionales, pero, como te decía, no es momento de hablar de candidaturas.
¿Cuáles son los principales desafíos que tiene la gestión kirchnerista?
Las cosas que se está buscando resolver. Particularmente el tema de las importaciones, el proceso inflacionario, el sistema de cambio monetario. Cosas puntuales para mantener y mejorar el crecimiento del país. También algunas cuestiones que reclama la oposición, como la inflación y la inseguridad.
Es parte de la agenda de lo que falta. Hay otros puntos a resolver como por ejemplo, en lo económico, el tipo de cambio, y para eso está el equipo del Ministerio de Economía trabajando con el jefe de Gabinete para resolver estos inconvenientes.
Mauricio Macri dijo que el kirchnerismo se está haciendo un poco del PRO.
(Risas) Hay cuestiones de Macri que a la Presidenta la sorprendieron para bien. Por ejemplo, la buena recepción de Mauricio del llamado al diálogo que hizo Coqui a las diferentes líneas partidarias de la oposición. Lo importante es que todos, cada uno en el lugar que le toca, tanto en el oficialismo como en la oposición, aporten para mejorar las condiciones del país.
¿Cree, como se interpretó, que la irrupción de Jorge Capitanich como un posible aspirante a la candidatura presidencial del PJ obligará a Daniel Scioli a aliarse con Sergio Massa?
No, de ninguna manera eso es real. Daniel es un bastión muy importante para el proyecto nacional y popular que lidera Cristina Fernández.