Las diferencias en el seno del gobierno nacional frente al proyecto de despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal se agudizaron hoy, tras un duro cruce entre funcionarios del gabinete nacional.
El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, y el titular de la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), José Ramón Granero, polemizaron y se lanzaron críticas, ante la propuesta de reforma de la denominada "ley de drogas".
Fernández ratificó que su propuesta de despenalizar "no quiere decir droga libre", ya que "el objetivo no es ese", sino el de "tenderle la mano al adicto" y enfocar los esfuerzos del Estado en "la lucha contra el narcotráfico".
Granero acusó al equipo de especialistas que trabajan en el Ministerio de Justicia para preparar el proyecto de reforma de actuar como "iluminados" y los criticó por impulsar "principios de garantismo que defienden a los narcotraficantes y a los delincuentes".
En el cruce de ambos funcionarios quedó en medio la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ya que mientras el ministro aseguró que apoyó su proyecto, Granero ratificó que no se produjo ese aval.
Aníbal Fernández recordó que su propuesta de reforma fue pronunciada en una reunión de las Naciones Unidas que se realizó en Viena y que fue hecha en calidad de "gobierno argentino", al tiempo que recordó que en esa conferencia estuvo el titular de la SEDRONAR.
"No es una propuesta mía, sino del gobierno argentino", afirmó el ministro, y ratificó que en la presentación de los resultados de una encuesta realizada sobre el consumo de sustancias psicoactivas Cristina Fernández dijo con claridad: "No vamos a criminalizar a los adictos".
"Nuestra propuesta es la propuesta aprobada por la presidenta de la Nación", ratificó el titular de la cartera de Justicia.
"La legislación ha fracasado y cuando dice que no criminaliza el consumo, es mentira, porque estigmatiza para siempre a aquel que es detenido con un porro en la mano. Lo estigmatiza para toda la vida. Lo parangona como si fuera el traficante más perverso del mundo y son dos cosas distintas", continuó.
"Voy a intentar que a la presidente no le lleguen los cantos de sirenas, porque la decisión sobre el envío del proyecto de despenalización al Congreso la va a tomar ella", fue la réplica que dio el titular de la SEDRONAR.
"Hay iluminados que tienen un exceso de garantismo", consideró Granero, y advirtió que "no es un garantismo para defender a la sociedad, sino que piensa en los delincuentes y los narcotraficantes".
El proyecto que impulsa el Ministerio de Justicia tuvo esta semana otro capítulo de polémica, ya que el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, tomó distancia de la propuesta, aunque evitó confrontar con Aníbal Fernández.
Si bien el mandatario provincial advirtió que "no hay que criminalizar al adicto", opinión coincidente con el ministerio, mostró matices en cuanto a la posición frente al debate de la reforma de la ley de drogas y el rechazo al consumo.
Scioli pidió que la Iglesia sea convocada a discutir sobre el proyecto y declaró que combate tanto "contra el consumo como contra el narcotráfico".
En medio de la renovada polémica, dos dirigentes del justicialismo opositor, la senadora Hilda "Chiche" Duhalde y el diputado Francisco De Narváez, criticaron la propuesta nacional y reclamaron que no se avance con una despenalización del consumo de droga.
Fuente: DyN