POLITICA
david rieff, historiador y ensayista

"Macri sacrificó su reelección por lealtad a ideas neoliberales"

"La importancia de Argentina en el mundo es menor. El problema que tiene es la deuda", sostiene.

david rieff 20190914
RIEFF. Como su madre, Susan Sontag, es un reconocido intelectual. | Marcelo Escayola.

Historiador, politólogo, periodista y ensayista prestigioso, David Rieff estuvo en la Argentina hasta el jueves pasado. Es hijo de Susan Sontag, una de las intelectuales más influyentes de los Estados Unidos. Durante su paso por el país, se entrevistó con funcionarios de la Casa Rosada, y analistas y dirigentes del albertismo.

—¿Lo sorprendió la derrota de Macri?

—Al contrario.  Era imposible que un gobierno que había fracasado en todos los asuntos económicos pudiera ser reelegido. Es una fantasía creer que la Argentina es una excepcionalidad, donde no se vota por el bolsillo.

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—¿Por qué los macristas asumían que podían ganar?

—Porque viven en una burbuja. Se engañaron a sí mismos. Hablé con ellos: tenían una sorpresa y dolor auténticos. Pretendían concretar una reforma esencial, económica y moral. Creían que la Argentina iba a dejar atrás su pasado peronista.

—¿Por qué fracasó el modelo económico de Macri?

—Macri es un idealista. Sacrificó su reelección por lealtad a ciertas ideas neoliberales. Podría haber hecho hace un año lo que hizo post derrota. Podría haber renegociado con el FMI. En 2017 parecía que la economía subía. Pero ya en 2018 había tasas altas, desempleo y una inflación mucho peor que la de Cristina.

—Macri y sus funcionarios niegan ser neoliberales.

—Son neoliberales light. No como Margaret Thatcher, pero piensan en términos de la hegemonía del mercado. Y tienen un estilo de ingenieros. Eso explica la derrota en la Villa 31, donde, aparentemente, el Gobierno hizo mucho. Si alguien te da un regalo con desprecio, no lo vas a amar. Vas a aceptarlo, pero no vas a creer que el otro es tu amigo.

—¿Qué desafíos tendrá el probable gobierno de Alberto?

—No creo que haya trabajado para ser la mascota de Cristina. Pero va a ser una coalición de kirchneristas y anti K. Es complicado. Alberto deberá bajar inflación y encarar la crisis alimentaria. Eso no se soluciona por voluntad. Tiene desafíos extraordinarios, en una coalición de personas con desacuerdos fundamentales.

—Macri se suele jactar del prestigio internacional de su gobierno. ¿Es así?

—No dudo de que Washington lo prefiera. Pero no solo Trump; también Barack Obama. La importancia de Argentina en el contexto internacional es menor. El problema que tiene es la deuda. Recibió el préstamo más importante en la historia del FMI. Macri habló de inversiones que nunca vinieron. Solo llegó lo que en Wall Street llaman dinero caliente: entra y se va. Macri fue ciego y naïf.

—¿Existe un paralelo entre Argentina y Venezuela?

—Cristina tenía un discurso primitivo, tercermundista de viejo estilo. Hay cristinistas no peronistas, como los de Carta Abierta, que son pro-Maduro. Pero Cristina hizo acuerdos con Chevron. Nunca la vi como la reencarnación de Chávez. Es inmoral que Alberto diga que Venezuela no es una dictadura. Imagino que lo dice para congraciarse con La Cámpora. Pero nunca pensé que fueran a convertirse en Venezuela.

—¿Qué relación imagina entre Trump y Fernández?

—Trump es Calígula: nadie sabe qué va a hacer. Es psicopático. Quizá se transforme en su mejor amigo. O quizá Bolsonaro lo convenza de lo contrario. Para la Argentina es un problema la influencia de Bolsonaro sobre Trump.