El pacto UCR-Carrió ya ha comenzado a transitar el largo trecho que resta para el 2009 y lo hizo ayer con denuncias, de la mano de Gerardo Morales, y exigiendo explicaciones a la ministra de Salud, Graciela Ocaña, aliada en otros tiempos a Elisa Carrió, por los hechos de corrupción que salpican al Gobierno.
Aunque "la hormiguita" (como se conoce a Ocaña por su incansable ritmo de trabajo) vive con miedo porque investiga los ilícitos en el propio seno del Gobierno. " Los funcionarios no pueden explicar el grado de corrupción que existe en el gobierno y Graciela Ocaña no está exenta", lanzó ayer Morales, según informa el diario Ámbito Financiero en su edición de hoy.
De esta manera, la ministra de Salud que con su insistencia logró sacar del gobierno al ex superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli, se ubica, para la alianza UCR-Carrió, en el mismo bando del resto de los ministros, a pesar de que la funcionaria K esbozó críticas al Gobierno y denunció la presencia de Yabranes.
Carrió no le perdona a Ocaña su ingreso al gobierno "más corrupto de la historia", como define sin pruritos a la gestión de Néstor Kirchner, a quien denunció como jefe de una asociación ilícita, y a través de su aliado político, Gerardo Morales, le hace sentir a su ex amiga sus críticas.