El vicepresidente Amado Boudou se hizo cargo de la presidencia de la República Argentina mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se recupera de la cirugía a la que fue sometida para drenar un hematoma subdural crónico en la Fundación Favaloro.
Boudou no sólo se sentó en el proverbial "sillón de Rivadavia" sino que asumió otra de las tareas que suele realizar de la jefa de Estado: criticar al gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota.
"No es el 'cordobesismo' lo que hace grande a la provincia", proclamó ayer el presidente en ejercicio durante la inauguración de un puente en la localidad de Villa María. "Es formar parte de una República Argentina que tiene un proyecto nacional", continuó.
La respuesta del cordobés no se hizo esperar. "Nosotros los cordobeses no queremos que él se sume a nada", replicó. En declaraciones a la prensa desde la inauguración de un jardín de infantes, el mandatario provincial argumentó que "por desprestigio que tiene" el vicepresidente, "es lamentable que esté a cargo del gobierno hoy".
El cordobés no se conformó y apuntó al pasado del vice en la extinta UCeDé: "Mientras nos critique Boudou, que venga seguido por favor. Don Álvaro Alsogaray debe estar contento que Boudou sea Presidente". "Él no pudo llegar pero Boudou sí", fustigó.
