El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y el dirigente de la CGT moyanista Gerónimo Venegas ratificaron ayer que trabajan para conformar un frente electoral junto a otros partidos opositores, entre ellos, el PRO de Mauricio Macri.
Con críticas a la presidenta Cristina Fernández y al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, ayer se dio un nuevo encuentro entre el cordobés y Venegas durante un asado.
En busca de poder convocar a “todos los peronistas descontentos”, el gobernador de Córdoba, el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, y el ex ministro Roberto Lavagna mantuvieron una reunión cumbre la noche del jueves con el objetivo de conformar un nuevo espacio político de cara a las elecciones de octubre.
El lugar elegido para el encuentro fue la casa de Moyano, ubicada en el barrio porteño de Barracas, y la apostilla de la noche se dio cuando los comensales se enteraron de que el menú principal era cordero patagónico, un plato emblema de la gastronomía K.
En la cena participaron también Carlos Caserio, armador político de De La Sota; el ex viceministro de Lavagna, Enrique Devoto; el ex hombre fuerte de Clarín Octavio Frigerio y el diputado Facundo Moyano, hijo del máximo líder de los camioneros.
Según trascendió, Lavagna fue uno de los principales oradores en el cónclave y trazó un escenario complicado para la economía en materia de dólar, inflación y empleo. Además, el ex ministro de Economía insistió en movilizarse para pedir que la Casa Rosada decida aumentar el mínimo no imponible.
Por su parte, Moyano también expresó su opinión sobre el panorama que se viene y se mostró preocupado por los despidos y las suspensiones en algunas empresas.
Si bien no hubo referencia al PRO de Mauricio Macri, que en varios distritos viene cerrando filas con dirigentes justicialistas, como el propio Lavagna en Capital o Alfredo De Angeli en Entre Ríos, se admitió que en distintas provincias este armado del peronismo antikirchnerista “puede llegar a establecer alianzas con otros partidos”.
Respecto a De la Sota, la reunión no representa un hecho aislado dentro del armado político del cordobés, que prácticamente ya no oculta sus aspiraciones presidenciales de cara a las elecciones de 2015. Hace un mes compartió un acto político con el gastronómico Luis Barrionuevo en la costa bonaerense y tras regresar de sus vacaciones estuvo en Entre Ríos en un acto político con el ex mandatario Jorge Busti y peronistas anti-K, casi a la misma hora que dirigentes kirchneristas realizaban una presentación en Paraná. Al día siguiente viajó a Corrientes, donde se juntó con Colombi, un radical disidente, y otros dirigentes peronistas y del PRO en el que hablaron de “armar una lista federal” con representación de dirigentes de todas las provincias. El domingo, en tanto, se reunió en Buenos Aires con Alberto Iribarne, ex ministro de Justicia de Duhalde y de Néstor Kircher, y con el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, también enfrentado a la Casa Rosada.
En abril volverán a reunirse Moyano, Lavagna y De la Sota pero por lo pronto acordaron que cada uno va a participar de toda actividad a la que se lo convoque, tendiente a consolidar el armado del peronismo anti-K y se especula que podría sumarse el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, también enfrentado con el Gobierno.
