Había una vez un zorro llamado Miguel, que cava la tierra para sacar oro, canta cuánto le gusta la minería y se hace amigo de todos los animalitos de la zona. Había una vez un yacaré llamado Yaco, que se divierte con la represa hidroeléctrica Yacyretá y les enseña a los peces a no tenerle miedo a la esclusa. Había una vez una montaña viva, que les dice a todos que guarda “muchos tesoros”....
Son algunos de los cuentos para niños lanzados por el Ministerio de Planificación. Desde hace dos años, Julio De Vido reparte una insólita colección de historias infantiles. El problema es que todas esconden una publicidad de su gestión y tratan de convencer a los chicos de que actividades controvertidas –como la megaminería a cielo abierto— no perjudican el medio ambiente.
Como en muchos otros casos, el ministro le encargó este negocio a una empresa cercana al Gobierno. La impresión de los libros fue realizada por la editorial Letra Viva SA, vinculada al financiamiento de la campaña de Martín Insaurralde. Según los informes presentados a la Justicia electoral, una empleada de esa compañía, Elizabeth Ana Romano, aportó 10 mil pesos en efectivo para las PASO del candidato kirchnerista.
La serie fue bautizada como “Cuentos Minplaneros”, en alusión al nombre corto de la cartera de Julio De Vido. Lanzaron un total de ocho relatos, todos referidos a las distintas áreas de trabajo del ministro. Los chicos de cinco hasta siete años pueden leer esto títulos: El paseo de la gotita Pluf (recursos hídricos), Luca y Malenita en el espacio (comunicaciones), Yaco el yacaré (energía hidroeléctrica).
Los niños de entre ocho y diez años tienen otras historias, pero con las mismas referencias a las secretarías del ministerio. Entre ellas, las más explícitas Energía Verdadera, La montaña tiene tesoros, Un camino larguísimo y el más tierno Un montón de maneras de decir te quiero, sobre el fomento de las nuevas tecnologías.
Tal vez, el cuento más polémico sea El Zorro Miguel y el tesoro escondido. Allí está vestido como minero, extrae oro con grandes camiones y mientras canta amigablemente con animales de la región. ”Cuando una mina se cierra, el área se cubre con suelo nuevo para reponer los minerales y se plantan especies autóctonas, reconstruyendo el paisaje”.
Como en todos los libros, al final aparece una publicidad directa. “El Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, fomenta la actividad minera, especialmente donde no hay otras actividades económicas, generando empleo y mejorando la integración”. Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
