El nombre de Rafael De Vito, que asume por 90 días la intendencia de Pinamar, no es desconocido para los habitantes de la localidad bonaerense.
De Vito ya había aparecido en los diarios hace más de diez años como el empresario de la construcción con presuntos vínculos con Alfredo Yabrán, en medio de la investigación por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.
En las primeras investigaciones del caso, De Vito fue señalado por una testigo como la persona que pagó por el crimen del reportero gráfico. El empresario negó todo pero admitió que conoció a Cabezas en su por entonces balneario “Cocodrilo” donde concurría la esposa del fotógrafo María Cristina Roblado.
Hace 21 años que De Vito vive en Pinamar y durante ese tiempo se convirtió en uno de los pilares de obra pública en esa zona de la costa atlántica. De la mano del ex intendente Blas Altieri y junto con el propio Porretti cosecharon poder hasta que se pelearon.
De Vito fue nombrado presidente del Consejo Deliberante, y desde ahí comandó la Comisión Investigadora en contra de Porretti, quien acusaba a su ex aliado de armar una operación para destituirlo.