POLITICA
DIARIO PERFIL

Decidido: se va el polémico Moreno

La debacle electoral y el llamado al diálogo lo complicaron. ¿Un gesto de buena voluntad?

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| Cedoc
Además de Sergio Massa, hubo dos funcionarios que empezaron a sentirse afuera del Gobierno desde el lunes 29 de junio: Ricardo Jaime y Guillermo Moreno. El primero sólo sobrevivió dos días a la debacle electoral. El segundo conoce desde el último miércoles su destino, su cuestionada gestión al frente de la Secretaría de Comercio está llegando a su fin. Y lo que sucedió el jueves 9 de julio en Tucumán no logró tranquilizarlo.
 
Luego de los iniciáticos días de la negación de la derrota, Cristina Kirchner cambió su actitud y llamó al diálogo político: para los convocados, la legitimidad de esa invitación depende en gran parte del futuro de Moreno, el “perfecto malo de la película”. Un recién debutado ministro coincide en que los tiempos políticos de la confrontación estelarizados por Moreno llegaron a su fin. “El mensaje que Cristina nos bajó a nosotros es el de una mayor apertura, de mayor diálogo; en ese contexto, la política de este muchacho es inviable. Creo que le quedan pocos días en la administración.” Casi al unísono con el llamamiento al diálogo, el secretario quiso comunicarse con la Presidenta. Cristina no lo atendió.
 
El miércoles, el secretario visitó a los ex empleados de la ex Papelera Massuh, rebautizada Quilmes luego del salvataje del Estado, y reflexionó: “La Presidenta me confirmó en el cargo, pero hay muchas presiones para que me vaya”. La confesión de Moreno se produjo ante los delegados Héctor Urbanovich y Juan Naveira, quienes luego le relataron la anécdota a PERFIL. Urbanovich llamó, como todos los viernes, al secretario: “Jefe, ¿sigue o se queda?”, le preguntó. Del otro lado de la línea, la respuesta fue “Hay Moreno para rato, pero si la Presidenta me lo pide, doy un paso al costado, yo soy un soldado”. La comunicación se produjo ayer a las 20.
 
Anoche, se manejaban dos alternativas para el futuro del por ahora funcionario: que continúe en Comercio pero con funciones muy acotadas, sacándole incluso el manejo del INDEC o que se recluya en la administración de la ex Massuh. La idea es no dejarlo en la pampa, solo y sin caballo. “¿Cuántos días podés estar en el Gobierno con la casi monolítica crítica de los medios y la presión de los empresarios? Hoy hablé con dos grandes tiendas de indumentaria que me dijeron que si él no abre más los grifos de la importación, van a empezar a cerrar sucursales”, relató ayer un hombre de la Jefatura de Gabinete. Una de esas empresas había amenazado durante la semana con retirarse de la Argentina. “Guillermo se va a ir, pero no en el medio de las presiones de los medios”, apostó un estudioso de los tempos kirchneristas: “A lo mejor en diez días, cuando baje la tensión”, especuló.