El violento desalojo del barrio Papa Francisco provocó reacciones de distintos ámbitos estatales, entre ellos de la Defensoría del Pueblo.
Su titular, Alejandro Amor, dijo sentirse "preocupado" por lo que sucederá ahora que la gente fue desalojada: "Preocupa la situación posterior que acá están pagando justos por pecadores".
Durante las jornadas por el 20° Aniversario de la Reforma Constitucional de 1994, Perfil.com dialogó con el funcionario en una entrevista en la que se abordaron distintas problemáticas de la Ciudad de Buenos Aires. Con el desalojo del asentamiento "Papa Francisco" aún fresco, el funcionario señaló que parte de la problemática de la ocupación se debió a "personas honestas que habían sido arrojadas a este asentamiento como consecuencia de los incrementos de los alquileres de la villa 20 que se produjeron en el mes de diciembre ahora han quedado casi en situación de calle".
Si bien el gobierno porteño brindó soluciones pasajeras y que no llegaron a todos los expulsados, para Amor "debe haber una solución definitiva".
En ese sentido, pidió separar a los habitantes honestos de los que buscan hacer un negocio privado gracias a la desesperación de la gente: "Una cosa son las personas honestas y otros los delincuentes que operan adentro de las villas". En cuanto al problema de fondo, planteó la necesidad de terminar con "los asentamientos construidos de manera anárquica".
El sábado pasado un operativo conjunto entre la Policía Metropolitana y la Gendarmería Nacional llevó a cabo el desalojo del asentamiento llamado Papa Francisco en el barrio de Villa Lugano en Buenos Aires.
