Tras las duras palabras que el ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni dedicó a la ex candidata presidencial Elisa Carrió, en una entrevista a un matutino, en donde la calificó como "un muy mal ejemplo para la democracia argentina", la diputada de la Coalición Cívica Fernanda Gil Lozano respondió que el "pésimo ejemplo" eran sus "departamentos con prostíbulos".
Zaffaroni había criticado a "Lilita" Carrió en el diario Tiempo Argentino por "alucinar dictaduras para asumir heroicidades" entre otras frases alusivas. Las duras expresiones fueron cuestionadas por Gil Lozano pero la ex candidata presidencial de la CC-ARI decidió no responder a Perfil.com tanto las críticas del magistrado como las del diputado Carlos Kunkel. Fuentes cercanas afirmaron, asimismo, que no se mudaría a una chacra, como había asegurado previamente.
Ante las expresiones del magistrado, Gil Lozano lanzó: "El pésimo ejemplo para la democracia es que en los departamentos de un Juez de la Corte funcionen prostíbulos".
"Zaffaroni debería ser más cauteloso a la hora de dictaminar quién es o no un buen ejemplo para la democracia argentina, habida cuenta de que seis de sus propiedades fueron denunciadas por el funcionamiento ilegal de prostíbulos; y creo que esto no se corresponde con el ejemplo de probidad que debe dar un Juez de la Corte Suprema de Justicia", añadió.
Y agregó que los dichos de Elisa Carrió sobre la resistencia "los hace desde la perspectiva del debate parlamentario y en términos de mantener una voz disidente ante la hegemonía del proyecto político del oficialismo, el pasaje a la clandestinidad es un agregado malintencionado del Dr. Zaffaroni".
"Elisa Carrió mantuvo su voz resistente cuando muchos de los actuales integrantes del oficialismo callaban o aceptaban complacientemente los lineamientos neoliberales del Poder Ejecutivo menemista", dijo la diputada Gil Lozano.
La diputada Gil Lozano junto a la ONG La Alameda había denunciado en el 2009 ante la Procuración Nacional de la Nación, 613 lugares de la Ciudad de Buenos Aires donde se ejercía la prostitución. Denuncias posteriores, que destapó Perfil.com, comprobaron que varias de esas direcciones eran propiedades del juez de la Corte Suprema.