Hacía diez meses que el piquetero oficialista y titular de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), Luis D’Elía, no hablaba con el ex presidente Néstor Kirchner. Pero tras la aprobación en el Congreso de la Ley de Medios, la llamada –que en el kirchnerismo significa un premio– finalmente se produjo.
“El Pingüino [por Kirchner] me llamó”, celebra D’Elía, que recibe a PERFIL en la sede de la Central de Movimientos Populares (CMP), en Pueyrredón 19, al tiempo que saca unos papeles de su escritorio. “Encargué unas encuestas: tengo el 47 por ciento de imagen positiva”, se entusiasma el piquetero. Y se compara: “En los últimos 90 días Clarín perdió 15 puntos de imagen positiva”.
El lugar en cuestión es un edificio de tres pisos que pertenece al ONABE, y que el Gobierno dio en comodato a la FTV y a otras 25 organizaciones sociales.
Según el piquetero K, Milagros Sala, la líder del movimiento Tupac Amaru, no fue la responsable del ataque al senador radical Gerardo Morales, y todo fue “una operación” mediática montada por los intendentes del PJ bonaerense para quedarse con el manejo de los $ 1.500 millones que anunció la Presidenta para las cooperativas.
“No conozco a un solo piquetero armado”, asegura D’Elía. Consultado sobre la renuncia de Emilio Pérsico, prefirió no hacer declaraciones. “Es mi amigo”, dijo.
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