La legisladora de Santiago del Estero, Gabriela Ortiz, fue denunciada por un abogado por haber gatillado varias veces un revólver apuntándole al cuello, sin que saliera ni un solo disparo. ¿El motivo? Lo acusó de ser el responsable de que su ex novio la haya dejado, encandilado por otras mujeres que este abogado supuestamente le presentó.
El incidente ocurrió, según la denuncia, el 29 de abril del año pasado, cuando la diputada provincial tuvo un “desequilibrio emocional” que la llevó a gatillar varias veces un revólver contra un abogado (cuyo nombre no trascendió), en plena vía pública, con presuntas intenciones de atentar contra su vida, según publicó el diario local Nuevo Diario .
Ese día, el abogado denunciante había asistido al estudio jurídico de su colega -ex novio de la Ortiz- y tras preparar un trabajo se retiró. Ya en la calle ascendió a un automóvil Peugeot 405, y de pronto vio que se le puso a la par un Renault Mégane conducido por un militante peronista. Luego notó que alguien ingresó a su vehículo por la puerta trasera y se sentó en el asiento posterior: la diputada Gabriela Ortiz.
De inmediato –según la denuncia- la legisladora comenzó a insultarlo, haciéndolo responsable de la ruptura de su relación con quien había sido su novio, y acto seguido extrajo desde su bolso un arma de fuego “que a mi poco entender era un revólver”, dice el letrado, quien no supo determinar el calibre. Ya con el arma en sus manos, la doctora Ortiz le habría espetado: “...hijo de p... mirá lo que tengo para vos. A ver si ahora jode conmigo ese otro..., te voy a matar a vos primero porque por tu culpa me ha dejado ese infeliz...”, y comenzó a gatillar el arma varias veces apoyándola en el cuello del damnificado.
Pero las balas no salieron y eso puso más furiosa a la legisladora, “quien totalmente desquiciada gritaba y gatillaba el arma repetidamente”, asegura en su denuncia la víctima. Fue entonces cuando, según su relato, el chofer de Ortiz reaccionó y sacó a la diputada del Peugeot 405, una escena que según el denunciante fue observada por empleados de una pizzería, un cliente del abogado atacado y una mujer que salía de un supermercado.
El abogado radicó una denuncia penal, conocida recién ahora, por los delitos de homicidio en grado de tentativa y/o amenazas agravadas, y/o tenencia de arma de fuego.