POLITICA
se reunieron mas de 200 personas

Denuncian al franquismo en el consulado argentino en Madrid

Los familiares de las víctimas presentaron sus casos ante la representación argentina y apoyaron a la jueza que lleva la causa.

Serrano 90. La manifestación de ayer frente a la sede del consulado argentino en Madrid.
| Picasso

“Alerta, alerta que camina, ahora la justicia universal viene de Argentina”, corearon al unísono, en las puertas del consulado argentino en Madrid, sobre la calle Serrano 90, unas 200 personas, que se acercaron allí para denunciar crímenes del franquismo, y sumar sus voces a la querella abierta en la Argentina por la jueza María Servini de Cubría, la única en el mundo que persigue los crímenes del franquismo.
“Venimos a denunciar ante el cónsul argentino la tortura y el asesinato de nueve compañeros estudiantes que murieron por difundir las mismas ideas que  defendemos hoy”, dijo a PERFIL Ana García, del Sindicato de Estudiantes de España, una de las tres entidades que presentó la denuncia que se sumará a la querella contra crímenes del franquismo instruida por Servini de Cubría.
“A mi padre, Jesús Martínez, lo mataron a palos, tres días después de finalizada la guerra civil, en la cárcel de Quintana de la Orden, en Toledo. Tenía 34 años, por eso estoy aquí”, explica a PERFIL José Arengo Bielsa, otro de los manifestantes. “Lo único que nos queda es buscar justicia en la Argentina”.
“A mi madre, Bernarda Mellado –de 23 años–, se la llevaron de casa, se fue con mi hermanito Jesús, un bebé de seis meses, porque le estaba dando de mamar. El bebé murió de tifus en la cárcel. A ella le rasuraron la cabeza y la ultrajaron; por las tardes la sacaban a dar la vuelta por el pueblo de Salmerón, en Guadalajara, con otras veinte detenidas, ante los insultos de los vecinos”, cuenta a PERFIL, con el llanto aún hoy contenido, Albino Calvo, quien reclama justicia para sus padres. “A mi padre, Jesús Calvo –de 27 años–, lo fusilaron en el cementerio, luego vino el comisario, tocó la puerta de casa y le dijo a mi abuelo: ‘Al hijo de puta de tu hijo lo acabamos de fusilar, mañana se lo daremos de comer a los perros’. Mi abuelo se fue hasta el cementerio, se quedó abrazado a él por largo rato, y luego cavó una fosa para enterrarlo”, agrega.
Raúl Herrero, de la Asociación La Comuna, es uno de los querellantes, oriundo del pueblo de Aranda del Duero, en Burgos, al norte de España, que se presentó para denunciar una fosa abierta hace menos de dos años en la que se encontraron 26 personas asesinadas por el régimen franquista. “Ahora, para detenernos, nos han recortado las subvenciones para hacer el ADN a las víctimas, pero no nos callarán”.
Aunque al momento se desconoce el número exacto de denuncias presentadas hoy, son casi 200 las querellas recabadas en este procedimiento.
Por su parte, Gema Carretero, hija de Federico Carretero López, asesinado por el régimen franquista en 1965, es una de las querellantes que prestó testimonio en Argentina frente a Servini de Cubría.
Hace unos días le pintaron la puerta del garaje de su casa con insultos y una esvástica. Fue a denunciar a la comisaría de Leganés, al sur de Madrid, donde vive, pero nadie hizo nada.
Luego se enteró de que el actual comisario de Leganés, Jesús González Reglero, es uno de los denunciados por torturas ante la jueza Servini de Cubría, de quien no se descarta que pronto acabe pidiendo su detención y extradición.