A mes y medio de las elecciones generales, las denuncias contra Fernando Niembro, candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires por la Alianza Cambiemos, no paran de llegar.
Esta vez, la acusación, lanzada por medios afines al kirchnerismo, apunta contra su socio en la empresa La Usina Producciones, Atilio Alberto Meza.
Según el diario oficialista Tiempo Argentino, Meza se incorporó a la vieja Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), en 1994. Por esa misma época, el que el periodista deportivo se desempeñaba como secretario de Comunicación y vocero presidencial.
El matutino sostiene que Meza ingresó a la SIDE durante el primer mandato de Carlos Menem, semanas después del atentado a la AMIA, aunque sin especificar la fecha exacta. En ese momento era titular Hugo Anzorreguy, procesado en la actualidad por supuesto encubrimiento al atentado a la mutual judía, puesto al que habría accedido, siempre de acuerdo al diario oficialista, “por recomendación de Niembro”.
Las sospechas sobre el vínculo con el mundo de los espías por parte de los socios en La Usina Producciones y compañeros de la lista de candidato bonaerenses de Cambiemos, se refuerza con la elección que hizo Niembro a la hora de designar a su abogado defensor: cuando se conocieron las denuncias en su contra, apeló al estudio de abogados Anzorreguy para defenderse y su representación ante la justicia quedó en manos de Jorge Anzorreguy, hermano del exjefe de los espías.
Meza dejó la SIDE el 28 de febrero de 2000, aduciendo motivos personales. En la carta de despedida agradeció "el respaldo recibido" y “las gratificaciones personales que pude obtener como consecuencias de mi pertenencia al organismo".
Días atrás Niembro aseguró que Meza no continuaría como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires por Cambiemos, sin embargo aún no hubo ninguna notificación oficial que anuncia que el empresario y exespía haya sido apartado de su postulación.
En 2012, el periodista deportivo y actual candidato del PRO fundó La Usina Producciones junto Meza, una empresa que en sus tres años de existencia firmó casi dos centenares de contratos con el gobierno porteño y el Banco Ciudad por una suma que superó los 23 millones de pesos.