Un organismo eclesiástico reclamó hoy al Gobierno y a la entidades del agro extender la negociación por más tiempo del acordado, pese al inminente final de la tregua del campo, y demandó a las partes un diálogo "permanente" y "no condicionado" a cortes de rutas o amenazas de sanciones.
El Consejo Diocesano de Laicos aseguró que la complejidad del conflicto agropecuario "amerita un tiempo de discusiones que es posible sea mayor al pactado", ante lo que consideró la posibilidad de estar "a las puertas del reinicio de una conflagración y con ello una vuelta a un estado de beligerancia no deseado por ninguno de los habitantes del país".
Tras pedir que se publiciten "adecuadamente" los avances logrados en las conversaciones, la entidad laical reiteró –en una carta abierta a la ciudadanía- que "si el diálogo (entre el Gobierno y el campo) es constructivo, debería ser permanente".
El Consejo marplatense presidido por Miguel Godoy Garraza advirtió que en la gente "decrece la simpatía generada a favor del sector rural o del Gobierno, en la medida que aumentan los argumentos irracionales que esgrimen para defender sus posiciones".
A pesar de que aclaró que no desea "agitar las banderas a favor de uno u otro sector" y se define como "parte de la ciudadanía que defiende su derecho a vivir en paz", el organismo religioso quiere hacer escuchar su voz sobre este "litigio, apelando al sentido común y al sano criterio que debe imperar entre las partes".
Asimismo, insistió en exhortarlas "a mantener el diálogo para en una ruta hacia la obtención del bienestar común. No precisamente el devenir de un corte de ruta o la amenaza con sanciones, sino un camino en la búsqueda del bien de todos y no sólo del beneficio sectorial". "Un diálogo que para ser fecundo, deponga actitudes cerradas en defensa de sus intereses para analizar objetivamente las distintas situaciones en conflicto, en un contexto animado por la verdad, la justicia, la libertad y la solidaridad", subrayó el nucleamiento de laicos.
Por último, el Consejo Diocesano de Laicos recordó que "el derecho constitucional de peticionar no implica poner al país al borde de la conmoción interior" y sostuvo que el Gobierno debe "arbitrar lo indispensable -con todos los medios a su alcance- para que el diálogo no se convierta en una ficción, y en todos los casos, reclama actuar con suma prudencia en interés del bien público".
Fuente: DYN