La obsesión de Kirchner por comprar dólares no es nueva. Tampoco viene de fines de los 90´, cuando junto a su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, comenzaron a tener más depósitos en la divisa norteamericana que en pesos. Desde joven, Kirchner se desesperaba por los dólares a punto tal de que, mientras cursaba Derecho en la Facultad de La Plata y militaba en la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN), una expresión de Montoneros en la ciudad de las diagonales, compraba dólares, según afirma el periodista Walter Curia en su libro "El último peronista. La cara oculta de Kirchner" (Sudamericana, 2006).
En esa biografía, Curia destaca la obsesión de Kirchner por los números; cuenta como el patagónico chequea con rigurosidad el nivel de Reservas del Banco Central, la balanza comercial, elstock energético y los ingresos de Tesorería. Y afirma que " la necesidad de contar con los bienes proviene de su juventud y habla de una personalidad insegura", arriesgando casi un diagnostico de la psiquis del hoy diputado.
En la frase siguiente, añade un dato revelador. " Varios testigos afirman que Kirchner ya juntaba dólares en La Plata, durante sus años en la universidad, a la par de su compromiso militante y revolucionario", escribe en referencia a aquel muchacho que en la década del 70 estudiaba derecho y era un conocido por todos como Lupín , un chico descuidado, de pelo largo lacio y anteojos culo de botella, que fumaba Jockey cortos.
Por esos mismos días en lo que acumulaba divisas, al futuro presidente argentino no le iba muy bien en una materia clave: Economía Política. "Fue su calificación más baja: debió dar examen tres veces hasta aprobarla. En mayo de 1974 sacó 0, una calificación muy poco común; en septiembre de ese año obtuvo un 2 y recién consiguió un 6 en mayo del año siguiente", relata Curia.
Más allá de esos resultados académicos, al salir de la facultad, Kirchner pudo amasar junto a Cristina una inmensa fortuna y siguió apostando al dólar. En 1999, durante su tercer mandato, sus ahorros en dólares eran mayores a los pesos que tenía en el banco: U$S 583.691 contra $331.803. Año a año, él y su esposa siguieron prefiriendo el billete verde para sus ahorros y, según consta en su última declaración jurada de 2008, el año de la polémica compra de dólares, sus ahorros se componían de $11.938.282 y U$S5.315.880 (un total de más de 18 millones de pesos).
Un párrafo del libro resume la óptica K en sus años de juventud revolucionaria mejor que ninguno: " En esa época oscura, de Néstor sólo extrañaba una conducta: con el dinero que recibía de Santa Cruz, una media beca universitaria, compraba dólares. 'Para hacer política, primero hay que hacer guita', decía. Cumplió".
(*) de la redacción de Perfil.com