A pesar de las críticas, tanto opositoras como oficialistas, el Tren Bala sigue su marcha lento y silencioso, pero firme. El conflicto entre el Gobierno y los ruralistas había disparado los costos de financiamiento del proyecto por encima del máximo admitido en el contrato, y nadie esperaba que el proyecto se reflotase tras la derrota kirchnerista en el Senado.
Sin embargo, el Tren de Alta Velocidad (o TAVE), avanza: el Poder Ejecutivo incluyó una partida de $1600 millones en el proyecto que amplía el Presupuesto 2008, destinado a financiar obras ferroviarias pendientes, informó el diario El Cronista Comercial.
El proyecto de construcción había sido "cajoneado" porque el costo financiero superaba el limite máximo establecido en el contrato entre el Gobierno y el banco francés Natixis. Por eso, ninguna de las partes estaba obligada a cumplir el contrato ni a iniciar la obra. El Ejecutivo, no obstante, previó una partida de $1600 millones en los $7465,4 millones adicionales asignados para Obligaciones a Cargo del Tesoro, afirmóEl Cronista.
A esto debe sumarse los 4000 millones de dólares de deuda que contraerá el Estado para costear el proyecto, para lo cual el Gobierno emitirá bonos con una tasa de interés del 10 al 12 por ciento. Gracias al default de deuda en 2002, Argentina no puede acceder al crédito externo en cantidades y tasas de interés razonables.
El llamado "Tren Bala" recibió críticas desde su primer anuncio en abril de 2006, impulsado por el entonces presidente Néstor Kirchner y el aún ministro de Planificación Julio De Vido. Los cuestionamientos de todos los sectores aumentaron después del pasado 29 de abril, cuando Cristina Fernández de Kirchner firmó el contrato y se conocieron los costos del proyecto.