Por mayoría y entre fuertes aplausos, el Concejo Deliberante de Pinamar votó esta noche la destitución del Blas Altieri por 31 denuncias de irregularidades que recibió el jefe comunal, entre ellas, el otorgamiento de viviendas sociales a sus hijas. Suspendido desde la semana pasada, Altieri no acudió el último día del proceso para dar su versión.
El sucesor de Altieri será Hernán Uriale, quien asumió el cargo el jueves pasado. No obstante, en su primera semana a cargo de la intendencia ya recibió insultos cara a cara por empleados públicos de Pinamar por las deudas en los salarios.
Por su lado, el antecesor de Altieri, Roberto Porreti, también destituido por el Consejo Deliberante en 2008, aseguró ya como concejal que "lo que queremos es que Pinamar se libere de una estructura de poder que lleva 20 años en Pinamar. Hubo 31 denuncias que llevaron a este juicio político, cuando a mí me destituyeron, finalmente, por un solo cargo", recordó.
La última estrategia de Altieri fue denunciar públicamente un "golpe" institucional. En junio ya había sido suspendido por ocho de los diez concejales al imputársele 33 cargos. Altieri fue reemplazado por Hernán Muriale, quien ocupará el máximo cargo comunal hasta saber su futuro. Hoy sería el capítulo final.
Entre las imputaciones está la entrega de viviendas sociales a familiares directos suyos, sus dos hijas, investigación que llevó adelante el programa CQC y donde en una visita a esa localidad el cronista Gonzalo Rodríguez fue agredido por custodios de Altieri.
A eso se le suman: falta de transparencia en la compra de un vehículo por más de 140 mil pesos; pagos irregulares a la empresa COVELIA; anomalías en condonaciones de deudas municipales y la suspensión de los talleres de cultura que dejaron a más de 50 profesores sin trabajo.