POLITICA

Destituyeron al prófugo juez Otilio Romano

El camarista mendocino fue expulsado de la Justicia "sospechado de complicidad con la Dictadura" y por omitir violaciones a los Derechos Humanos.

Víctimas de violaciones a derechos humanos permitidas por Otilio Romano, durante la lectura del veredicto.
| DyN

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados destituyó hoy, por falta de "condiciones morales", al camarista federal mendocino Otilio Irineo Roque Romano, quien se encuentra prófugo de la Justicia argentina residiendo en Chile con una visa temporaria.

Romano, quien exigía que le continúen pagando el sueldo, "no merece continuar en el ejercicio de la magistratura por no tener las condiciones morales para ello", sentenció el jurado, presidido por la jueza María Luisa Noli.

El secretario del tribunal, Marcelo Bová, leyó las conclusiones del fallo que puso fin a la carrera judicial de Romano, sospechado de complicidad con la dictadura cuando era fiscal federal en Mendoza y supo de las violaciones a los Derechos Humanos por relato directo de las víctimas pero omitió denunciarlas o investigarlas.

Romano archivaba o desoía esos relatos, brindando una suerte de protección a los represores, concluyó el tribunal de enjuiciamiento. La conducta de Romano fue una "vívida muestra del período de ignominia" a que estaba sometida la provincia de Mendoza, en particular, y todo el país, en general, durante la dictadura.

"Cuando más se necesitaba de funcionarios independientes... Romano desechaba los reclamos de las víctimas", entre ellas Luz Faingold, una menor de edad que fue secuestrada, torturada y violada por policías mendocinos. Aunque el fiscal conoció esa situación permaneció ajeno a la situación, pese a que estaba obligado a denunciarla.

El jurado contextualizó los hechos en los que quedó envuelto Romano en el "desprecio de la dignidad del ser humano", argumentando que el entonces fiscal actuó con "displicencia e insensibilidad". El tribunal dio por probados, total o parcialmente, cinco de los siete cargos que pesaban sobre Romano, en tanto que descartó otras dos imputaciones, entre ellas la relacionada con el rechazo a entregar a Faingold a sus padres (por su condición de menor de edad) y por la situación de otro perseguido político, Prudencio Mocchi.

En cambio, el tribunal tuvo por probado que Romano conoció las irregularidades (detenciones ilegales, torturas y robos) a que eran sometidas las víctimas. No obstante, "no cumplió en promover la investigación sino que propició su archivo", lo que contribuyó a su destitución por "mal desempeño" y "falta de idoneidad" para continuar ejerciendo el cargo.