El ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge "Fino" Palacios quedó detenido esta noche en la causa en la que está acusado de participar en las escuchas telefónicas a Sergio Burstein, referente de la entidad Familiares y Amigos de la Masacre de la AMIA.
Palacios se presentó en el cuarto piso de los tribunales federales de Comodoro Py ante el juez federal Norberto Oyarbide, donde se notificó de su detención, que había sido requerida por el fiscal federal Alberto Nisman, quien investiga el caso AMIA, y el propio Burstein, cuya ex esposa murió en ese ataque.
El comisario, que fue jefe de la unidad antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal, debió renunciar en agosto a la titularidad de la Policía porteña, luego de hacerse insostenible su situación en la fuerza por estar acusado de encubrimiento en la causa AMIA. Ahora está detenido en la Comisaría 46ª de esta capital y mañana será indagado por el juez.
El arresto de Palacios dispuesto por Oyarbide -quien rechazó un pedido de exención de prisión del ex oficial-, se produjo horas después de que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ordenó echar al titular de la Policía local que reemplazó a Palacios, Osvaldo Chamorro, por pedir informes patrimoniales y económicos del jefe de Gabinete de la administración macrista, Horacio Rodríguez Larreta, de diputados y dirigentes opositores y del director del diario "La Nación", Bartolomé Mitre.
Oyarbide hizo lugar al pedido de detención que presentaron el fiscal federal Nisman y la querella de Burstein. El arresto de Palacios coincidió con la visita al país del presidente de Israel, Shimon Peres.
Nisman acusó a Palacios de haber "ordenado, implementado y supervisado" las escuchas telefónicas a Burstein, a través de Ciro James, ex oficial de inteligencia de la Federal que tenía relación con el ex comisario, fue empleado del Ministerio de Educación porteño y pretendía ingresar a la Policía local. "Palacios no sólo ordenó, sino que además monitoreó, supervisó y controló personalmente cada paso que se dio en la escucha ilegal a Sergio Burstein", sostuvo Nisman en su dictamen.
El fiscal señaló que "la relación de Palacios con James era de estrecha confianza y amistad, habían trabajado juntos en la Policía Federal y se conocían desde el año 2003". Y explicó en su dictamen que Palacios le proporcionó a James el celular de Burstein para que chequeara que siguiera usando esa línea, lo que ocurrió el 6 de agosto pasado, un día antes de que James pidiera a la justicia de Misiones la "pinchadura" de la línea.
Burstein criticó permanentemente la designación de Palacios al frente de la Policía Metropolitana y en ese contexto el fiscal acusó al ex comisario de intervenir los teléfonos del dirigente. Palacios está actualmente procesado, acusado de entorpecer la investigación del atentado a la AMIA, pesquisa que estuvo a su cargo. "Paradójicamente, quien perseguía justicia por el cobarde asesinato de 85 personas, quedaba involucrado por pedido del encubridor de aquellas muertes -Palacios-, justamente en un homicidio", sostuvo Nisman, ya que las escuchas se pidieron desde Misiones en el marco del asesinato de un contador.
Nisman acusó Palacios de los delitos de violación a la intimidad mediante la intrusión telefónica agravada, abuso de autoridad y partícipe necesario de los delitos de falsificación de documentos públicos reiterada en cuatro oportunidades.
Por otra parte, la Justicia detectó durante la investigación que entre septiembre y octubre pasados James realizó 290 llamadas a la cúpula de la Policía Metropolitana y que hubo numerosos contactos con Palacios y Chamorro.
El abogado de Palacios, Diego Richards, dijo esta noche que hasta el momento no tuvo acceso a la causa. "Ignoro los fundamentos del fiscal Nisman para sostener esa investigación", dijo el letrado a la prensa. "Inmediatamente cuando nos enteramos de que se había ordenado la detención le comuniqué a Palacios, que se presentó en tres minutos ante el juez", explicó el abogado, quien pidió medidas especiales de detención para su cliente por su condición de ex policía.
Richards dijo que Palacios está "muy bien, muy tranquilo", pero "disconforme con la decisión que se adoptó". "Está muy tranquilo con su actuación en los últimos tiempos y en toda su carrera policial", enfatizó el letrado. También no descartó pedir que se le conceda la libertad a su cliente. En ese sentido, dijo que "vamos a analizar" si solicitan la excarcelación del comisario retirado.
La intervención del celular de Burstein -que desató el escándalo- la autorizaron los jueces de Misiones Horacio Gallardo y José Luis Rey en el marco de la investigación del homicidio del contador José María Piccoli, en 2005, a instancias de información que le suministraban policías de esa provincia y James, que retiraba las escuchas de la SIDE.
Del espionaje también fueron victimas el empresario Carlos Avila y su yerno; el cuñado de Macri, Néstor Leonardo, baleado la semana pasada; dos gerentes de la cadena de supermercados Coto, el perito forense Mariano Castex, la cuñada del empresario Juan Navarro (del grupo Exxel) y la esposa del anticuario Hugo Breitman.
Hoy el juez Oyarbide dijo que esa red de escuchas era "una verdadera Gestapo", al compararla con la policía secreta de los nazis.
Palacios no está acusado, por ahora, de esas otras "pinchaduras", pero se está analizando información y entrecruzando llamadas de esas intervenciones para determinar si tiene o no responsabilidad.
Fuente: DyN