“La reunión fue el dogmatismo de la conducción nacional versus el pragmatismo de los intendentes”. Uno de los referentes nacionales del PRO resume el debate que se dio ayer por la mañana en una frase.
La Mesa nacional del PRO decidió rechazar cualquier cambio a la ley que rige hoy contra la reelección de intendentes bonaerenses.
Un grupo de ellos había solicitado una cumbre con las principales figuras del partido para discutir un cambio en la ley que se sancionó en los años de María Eugenia Vidal como gobernadora y por la cual se permite una sola reelección de mandatarios municipales bonaerenses.
En las oficinas que tiene el ex presidente, Mauricio Macri, en Avenida Libertador se reunieron un nutrido grupo de intendentes junto a Patricia Bullrich, presidenta del PRO, el jefe comunal Horacio Rodríguez Larreta, Cristian Ritondo, jefe del bloque en Diputados, el presidente de la bancada amarilla en el Senado, Humberto Schiavoni, Diego Santilli y la propia Vidal, entre otros.
En la cumbre hubo un debate que se zanjó rápidamente: los miembros de la mesa nacional, a coro, rechazaron la idea de modificar la ley. Solo Santilli se mantuvo en silencio, aunque en campaña había rechazado las “reelecciones indefinidas”.
Sin embargo, el grupo de intendentes llegó con un planteo concreto: dijeron que estaban en desacuerdo con que sea de manera “indefinida”, pero que era importante modificar la actual norma porque dejaba “dos agujeros” en su normativa.
En primer lugar la ley vigente tiene un problema ya que fue promulgada en 2017 y no puede ser retroactiva. Con lo cual abriría el debate a un mandato más ya que el que regía ese año no podría ser contabilizado. Un tema de interpretación judicial.
En segundo lugar un resquicio más: por cómo está reglamentada – establece ocho años y un período para volver a presentarse– permite que aquellos intendentes que no cumplieron la mitad de su mandato salirse a otro cargo y regresar dos años después buscando otros ocho años. Con lo cual hay un vacío legal por el cual se empezó a dar algo de hecho: 22 intendentes, la inmensa mayoría del Frente de Todos, comenzaron a abandonar sus municipios y quedarían legalmente habilitados a presentarse en 2023. “Dejan dos años a un concejal propio y se quedan gobernando en las sombras”, confía una fuente.
En ese marco el propio FdT propuso cambiar la ley. El ma-ssismo ya se opuso, pero la UCR está a favor.
Pero en el encuentro en las oficinas de Macri en Avenida Libertador los intendentes se encontraron con un paredón nacional: se decidió rechazar cualquier cambio.
Entre otros estaban Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Julio Garro (La Plata) y Ezequiel Galli (Olavarría). También Jorge Macri, de licencia en Vicente López y titular del PRO bonaerense y Néstor Grindetti, de Lanús.
Cuando se fueron de la cumbre, con una negativa tajante, muchos de ellos comenzaron a dialogar: decidieron analizar los pasos a seguir. “Esto nos genera un gran quilombo con los radicales y con el peronismo”, reflexionó uno de ellos al salir del encuentro ante PERFIL. La película seguirá.
Bullrich: “Radicales no jodan, júntense”
La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, reconoció que le generó “indignación y angustia” la ruptura de la UCR. “Después de sacar 9,8 millones de votos, hacer un compromiso de estar frente a las causas de los problemas de los argentinos, hablar de lo que pretendemos para la Argentina, de golpe una pelea interna que pone el carro delante de los caballos”, dijo Bullrich.
La titular del PRO admitió tener “una mezcla de indignación y angustia, porque más allá de que nosotros no hayamos entrado en la pelea, para la sociedad hay una pelea que involucra a Juntos por el Cambio”. Y apuntó contra los miembros del partido centenario y les pidió: “Radicales, no jodan más, júntense”. Además, aseguró que “no es adecuado ni el momento para hacer esto”.
“Tienen que bajarse y unirse de nuevo; tienen que salir de esta escena de locura y volver a la racionalidad. Estamos para ganar el gobierno en 2023”, cerró.