La respuesta llega tras 15 –presumiblemente incómodos– minutos para Clinton y el canciller Taiana, que coincidieron en una cumbre en Copenhague. Valenzuela, por entonces subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento “realizó comentarios sobre hombres de negocios norteamericanos que le comentaron que el sistema judicial en Argentina se ha deteriorado”, le explicó Sullivan a Clinton. Valenzuela, de visita por Argentina, había hablado de “inseguridad jurídica” y había causado un tembladeral y una fuerte reacción diplomática de Cristina Kirchner y Taiana.
Este y otra decena de mails de Clinton, disponibles en Wikileaks y analizados por PERFIL, muestran el lado B de la relación. Dejan traslucir roces y la ignorancia de Clinton sobre la actualidad argentina. También evidencian momentos de sintonía y acción internacional conjunta.
Otros mensajes revelan las diferencias de ambos países en relación a la remoción del gobierno de Honduras del presidente Manuel Zelaya, las posiciones contrastantes en materia de reducción de gases del efecto invernadero –Argentina quería asumir menos compromisos de los que deseaba EE.UU.– y otros temas de la agenda internacional. Entre las reseñas que recibió Clinton sobre el escándalo por la difusión de cables diplomáticos secretos en Wikileaks, se hace referencia a las conversaciones en la Embajada sobre la salud mental de Cristina Kirchner. También hay indicaciones de que se podría aprovechar la aprobación del matrimonio igualitario en la Argentina para avanzar con ese tema en los Estados Unidos.
Una explosión en la campaña
Para Hillary Clinton, los correos electrónicos han sido fuente de problemas y uno de los temas más comentados durante la campaña. Por un lado, una operación de espionaje electrónico liberó centenares de mensajes de su jefe de campaña, John Podesta. El gobierno de Barack Obama denunció que el responsable de esa filtración fue la inteligencia de Rusia. Además, parte de los mails que Clinton intercambió durante su paso por la secretaría de Estado, han sido difundidos a partir de un caso judicial en el que se la cuestiona por utilizar un servidor privado, incluso al tratar temas secretos.