POLITICA
Atentado en Nestl

Dos hipótesis sobre una explosión misteriosa

Casualidad o premeditación. Esas son las dos teorías más firmes que están siguiendo los investigadores policiales encargados de descubrir quién y por qué quiso atentar contra el subgerente de Nestlé —a quien iba dirigido el sobre— o contra el gerente —quien finalmente lo abrió.

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Algunas horas después del estallido del libro bomba entre las manos del gerente de Sistemas de la compañía alimenticia Nestlé, Cosme Veneziale, los investigadores de las distintas dependencias de la Policía bonaerense que intervienen en el caso coincidieron en que hay dos hipótesis primarias que seguir para resolver el caso.

Ambas vertientes parten de una pregunta en común: ¿fue una casualidad o estuvo premeditado que el libro volátil estallara sobre quién estalló?

La duda se instaló luego del análisis de las pruebas y testimonios y, en el terreno de las hipótesis, los investigadores se preguntaron por qué si el sobre estaba dirigido al subgerente de Sistemas (de apellido Antonello), lo terminó abriendo el gerente.

A esto se suma que en todas las filiales de la multinacional no hay antecedentes de un hecho similar.

El fiscal
John Boyard y los policías a cargo de develar el misterio también se fijaron puntualmente en un detalle: Antonello habría visto el sobre pero no lo abrió porque creyó que el tema que trataba le interesaría más a su jefe.

El libro, que trata sobre la pobreza en América Latina, llegó así a manos de Veneziale, quien lo abrió haciendo que detonara el dispositivo que había en su interior.

Aunque todavía no se determinó de donde provenía el paquete, la Policía intenta determinar si Antonello sabía del contenido del sobre y por eso no lo abrió, o si, por el contrario, la sucesión de hechos fue producto de una mera casualidad.

Mientras que por la mañana algunas versiones indicaban que el remitente del paquete señalaba que provenía de la ciudad de Oxford en Inglaterra, estos rumores fueron desmentidos por fuentes de la investigación, quienes sostienen que todavía no hay datos que permitan determinar la procedencia del explosivo.