Es jueves y pasaron 24 horas de la variopinta convocatoria que congregó en su Escuela de Posgrados Ciudad Argentina (Epoca) para el lanzamiento de una serie de propuestas pensando en el recambio de 2011, que se plasmaron en un libro, Consenso para el desarrollo. El ex ministro de Carlos Menem y principal ingeniero de las privatizaciones de los 90, Roberto Dromi, se muestra exultante en el bar de “su casa”, como llama al centro de estudios.
—La propuesta que ustedes lanzaron, plasmada en el libro, ¿pensando en qué político o partido se realizó?
—La idea siempre fue comprometer a todos los factores de poder de la Argentina. Ahora, sin dudas que se pensó en el radicalismo, en el peronismo y en el Partido Socialista, principalmente. Pero sería bueno que adhieran todos, desde el Partido Obrero hasta los vecinalistas. Esto no es una propuesta para la oposición, como se dijo por ahí. Es un plan para el que quiera llevar adelante políticas de Estado a largo plazo, de una vez por todas.
—Habla de partidos pero da nombres de personalidades.
—Bueno. Al radicalismo de Ernesto Sanz lo veo en esta corriente. El propio Néstor Kirchner. Pero cuando armó el Frente para la Victoria se olvidó de que eso no es una tropa propia para un combate. La victoria de ese frente debe ser de todos los argentinos y profunda. De todas formas, creo que instalado en el PJ y ampliando la convocatoria en 2011 lo puede lograr. Pero el socialismo, aunque no tenga a las mayorías, es el que está mejor parado.
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