Esta semana Eduardo Duhalde concretó lo que su entorno venía advirtiendo desde después de las elecciones. El ex presidente comenzó a exhibir las conversaciones con diferentes dirigentes referenciales del PJ con el objetivo de reconstruir el partido con un perfil opuesto al kirchnerismo. De este modo, asumió públicamente el rol de articulador del peronismo, tarea que hasta ahora prefería desarrollar reservadamente.
El lunes, el viejo caudillo bonaerense y su esposa, Hilda “Chiche” González de Duhalde, se reunieron con el ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti, el hombre fuerte del peronismo local. Durante el encuentro en un paraje cercano a la localidad de Victoria, coincidieron en que el PJ tiene que “reorganizarse” para ser una “alternativa creíble y esperanzadora para 2011”, y con ese objetivo prometieron trabajar propiciando reuniones con dirigentes de todo el país.
“He tenido el gusto de hablar con Jorge Busti, un verdadero caudillo y dirigente regional, con el que estamos trabajando para reorganizar el Partido Justicialista a nivel nacional, porque es indispensable que en 2011 tengamos una transformación y ofrecer una verdadera posibilidad de gobernar o de alternancia en el poder”, sostuvo después de la reunión el ex presidente.
El miércoles, ya sin fotógrafos en el medio, Duhalde invitó al primer mandatario cordobés Juan Schiaretti a la sede del Movimiento Productivo Argentino. Desde el entorno del gobernador le restaron trascendencia al encuentro: “El gobernador es un dirigente peronista que mantiene reuniones y charlas con dirigentes de su partido”, aseguró un dirigente cercano a Schiaretti al diario La Voz del Interior.