Con el objetivo de reducir lo más posible el enorme déficit de la línea aérea de bandera, que en lo que va del año sumó US$ 624 millones, y más allá de desactivar los conflictos internos entre algunos gremios, el Gobierno nacional planifica revisar todo el portafolio de vuelos internacionales de Aerolíneas Argentinas (Europa, Oceanía y Miami) y reducir la oferta sólo a las plazas que sean superavitarias (Roma, Madrid, New York).